El Etna, el volcán más activo de Europa, sigue generando problemas logísticos en Sicilia tras haber vuelto a la actividad hace unos días. En el jornada de ayer, tal fue la cantidad de lava, humo y cenizas que produjo desde sus cráteres en la primera parte del día, que el Aeropuerto de la ciudad de Catania estuvo cerrado desde el lunes y a lo largo de unas 24 horas, y se reabrió solo con la limitación de cuatro aterrizajes a la hora. Finalmente, a las 13:00 del día de ayer, el aeropuerto siciliano estuvo completamente operativo.
Por el momento el Instituto Nacional de Vulcanología de Catania estudia de cerca la evolución de las últimas horas del Etna, pero desde hace 24 horas no registra temblores originados por el volcán. Por otro parte, los expertos vulcanólogos también confirman algo que se sospechaba desde hace tiempo, y es la conexión entre la actividad del Etna y el Estrómboli, la célebre «isla-volcán» del archipiélago siciliano de las Islas Eolias que aparece también en la novela Viaje Al Centro De La Tierra de Julio Verne.
En la noche del lunes al martes se percibieron también varios temblores en la zona. Se han registrado cerca de 150 temblores de poca intensidad desde que el lunes comenzó la erupción volcánica, el mayor fue de magnitud 4,3 en la escala Richter en la tarde de ayer, según el Instituto Nacional de Vulcanología de Catania. En la medianoche del lunes al martes, se han producido otros cinco temblores que han sido sentidos por la población, especialmente en la localidad de Zafferana Etnea. Precisamente en esta localidad es donde se ha percibido el último temblor importante, de magnitud 2,7 a lo largo de la mañana de ayer.
En el pasado el volcán, sometido a constante vigilancia, ha sido responsable de diversos episodios de destrucción, como cuando en 1699 una erupción arrasó casi totalmente la ciudad de Catania. El Etna, el más alto de Europa con sus 3.330 metros de altitud, resurge varias veces al año, aunque sin grandes consecuencias. La última gran erupción se remonta a 1992.
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