Michelle Bachelet, alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, condenó este viernes la violencia y represión contra manifestantes en Venezuela que ha causado al menos 20 muertos y 350 detenidos.
También pidió investigar estos hechos y un «inmediato diálogo para relajar la tensa atmósfera» en el país.
«Estoy extremadamente preocupada porque la situación de Venezuela pueda escapar rápidamente de control, con consecuencias catastróficas», destacó en un comunicado la ex presidenta chilena.
Bachelet subrayó que es vital para Venezuela evitar una repetición de la represión documentada por el organismo que dirige desde 2017, especialmente en lo concerniente a asesinatos extrajudiciales, frecuentes detenciones arbitrarias, restricciones a la libertad de asamblea y expresión, y ataques indiscriminados.
Al menos una veintena de personas, según informaciones recopiladas por la ONU, han muerto por disparos de las fuerzas de seguridad o grupos armados progubernamentales tras las manifestaciones contra Nicolás Maduro y apoyo al autoproclamado presidente Juan Guaidó.
«Cualquier incidente violento con resultado de muertos o heridos debe ser sometido a una investigación independiente e imparcial para determinar si hubo un uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades o grupos armados», señaló la alta comisionada.
Naciones Unidas también ha recibido informes sobre asaltos a la propiedad en las zonas más pobres de Caracas, en las que a lo largo de la semana se han celebrado más de 180 actos de protesta.
Ante todo ello, Bachelet pidió a las autoridades de Venezuela, «especialmente a las fuerzas de seguridad», mostrar contención y respetar el derecho a manifestarse pacíficamente y el ejercicio de la libertad de expresión.
También conminó a los líderes políticos venezolanos a comenzar inmediatamente conversaciones con el fin de apaciguar las tensiones y «encontrar una solución práctica a largo plazo a la pertinaz crisis social, política y económica del país».
Bachelet recordó que esa situación ha obligado a tres millones de venezolanos a dejar su país mientras «millones más viven en condiciones totalmente miserables».
Un portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos añadió en rueda de prensa que no están en contacto directo ni con el Gobierno de Maduro ni con Guaidó.
Prefirió en ese sentido no comentar la actual situación política que vive Venezuela, en la que parte de la comunidad internacional ha reconocido a Guaidó como presidente legítimo del país suramericano tras autoproclamarse como tal el 23 de enero.
EFE