El presidente Donald Trump, presionado por una parálisis presupuestaria que se encamina a ser la más larga de la historia estadounidense debido a su insistencia de construir un muro en la frontera con México, se reunió con los líderes del Congreso para intentar forjar un acuerdo.
En su esperado discurso en el Despacho Oval en la noche del martes, en el que utilizando un tono dramático intentó convencer a la opinión pública de la necesidad de erigir una barrera de acero en la frontera con un costo de 5.700 millones de dólares, Trump no hizo ninguna concesión, reseñó AFP.
La pugna por el muro, que forma parte de las promesas de campaña de Trump, se da en medio de un cambio del ciclo político en Estados Unidos, después de que la semana pasada los demócratas recuperaran el control de la Cámara de Representantes, aunque los republicanos siguen teniendo mayoría en el Senado.
«Necesitamos ARREGLAR la frontera Sur», escribió Trump en Twitter el miércoles en la mañana, en una jornada en la que tiene varias reuniones previstas pero hay pocas señales de que se logre un acuerdo.
Para la oposición, la idea del muro es «inmoral», además de cara e ineficaz. El martes Nancy Pelosi, quien recuperó su puesto como líder de la mayoría demócrata en la Cámara Baja la semana pasada, replicó a Trump tras su discurso y lo acusó de mantener como «rehenes al pueblo estadounidense».
Mientras, unos 800.000 funcionarios federales afectados esperan una resolución del conflicto que los tiene en ascuas desde el 22 de diciembre.
Muchos de ellos se encuentran a una baja obligatoria sin sueldo, que los enfrenta a graves problemas financieros que se agudizan con cada día que pasa.
«Ninguna de las partes siente que pueda ceder sin pagar un precio político atroz», dijo el senador republicano Marco Rubio en Fox News.
«Desafortunadamente hay dos cosas presas en medio: la seguridad de nuestras fronteras y los hombres y mujeres de nuestro gobierno federal», agregó.
Visita a la frontera
Pero el tono de las discusiones parecía endurecerse y los demócratas tienen convocada una conferencia de prensa en la colina del Capitolio con funcionarios afectados.
Trump, en tanto, tiene previsto desplazarse para almorzar con los congresistas republicanos y después recibirá a los líderes de ambos partidos en la Casa Blanca.
Para este jueves, Trump programó un viaje a la frontera para «reunirse con quienes están en la primera línea».
«¿Cuánta más sangre de estadounidenses tiene que ser derramada antes de que el Congreso haga su trabajo? Para quienes se niegan a un acuerdo en nombre de la seguridad fronteriza, yo les pediría que se imaginen si fuera su hijo, su esposo o su mujer cuya vida quedó totalmente destrozada y rota», dijo.
Pero Pelosi refutó esta tesis y dijo que el problema de verdad son «las políticas crueles y contraproductivas» que han hecho que la frontera sea aún más peligrosa para los migrantes vulnerables, incluyendo las familias.
En diciembre, dos niños migrantes guatemaltecos murieron en custodia del servicio de vigilancia fronteriza, lo que desató una indignación general, que obligó al Departamento de Seguridad Interior (DHS) a tomar medidas adicionales de protección.
En tanto, la parálisis presupuestaria se acerca a ser la más larga de la historia batiendo el récord del cierre parcial del gobierno de 21 días entre finales de 1995 y principios de 1996 bajo la presidencia de Bill Clinton.
AFP