El secuestro de la sede legislativa. Por Luis Barragán (@LuisBarraganJ)
A mediados de la semana pasada, comisionados por la Fracción Parlamentaria del 16 de Julio, los diputados Dignora Hernández, Biagio Pillieri y el suscrito, intentamos acceder al Palacio Legislativo para consignar nuestras observaciones al planteamiento de una ley para la transición, hecho en la sesión del día anterior. Resultó imposible, porque la Casa Militar tomó por completo el control de lo que es nuestra sede natural de trabajo.
Aparentemente, después de “juramentado” Maduro Moros, el lunes 14 de los corrientes, visitará sólo para saludar a los integrantes de la tal constituyente. Prácticamente, cumplirá una semana el Capitolio Federal en las manos de un órgano distinto del Poder Público, un dato que ha pasado obviamente inadvertido por la opinión pública, dada la mayor gravedad de las circunstancias impuestas por el consabido interinato presidencial del diputado Juan Guaidó.
Entendemos, absolutamente nadie ajeno a la dictadura, por muy parlamentario que fuese, puede ni siquiera utilizar los sanitarios de palacio. Por lo que, a falta del personal administrativo, no sin protestar, debemos esperar un poco más Dignora, Biagio y yo para cumplir con una formalidad reglamentaria.
Recordamos, todos fuimos testigos de la presencia de un personal de mantenimiento y maquillado al iniciarse la sesión del martes próximo pasado, en las instalaciones de la Asamblea Nacional. Tuvimos ocasión de denunciarlo inmediatamente, a través de las redes sociales, preparaban el escenario para la inminente visita de Nicolás, aunque él es el responsable de la falta de recursos para superar las fallas estructurales de un referente histórico y arquitectónico del país, heredadas de las ya anteriores autoridades legislativas del oficialismo; por cierto, Diosdado Cabello tuvo el cinismo de referirse al caso, en su programa más reciente, aunque no olvidamos aquella vez que se desmoronó una parte del dintel del hemiciclo de trabajo, bajo su presidencia.
Sobre la custodia militar del Palacio Legislativo, nos hemos referido en otras oportunidades, como en una entrega de la ya extinta Revista Electrónica de Investigación y Asesoría Jurídica de la Asamblea Nacional (2017), a la luz de la historia reglamentaria del parlamento. Y es que tampoco, el secuestro de una semana de la sede por Casa Militar, puede verse como algo normal ni siquiera para los tales constituyentes que andan semanalmente en parte de las instalaciones, como el hemiciclo antes protocolar, entre otros espacios.
Luis Barragan / Diputado AN / @LuisBarraganJ