El cuerpo de Fabio Acevedo Luna fue encontrado cortado en pedazos y las partes enterradas en dos sacos. En uno estaba su cabeza, las piernas y los brazos y en el otro, el tronco, su ropa, billetera y un teléfono celular.
Después de meses de intensa búsqueda, vecinos de la avenida principal García Carvallo, sector Villa Socialista, escalera 1, UD1 Caricuao, hallaron los sacos enterrados en la parte trasera de la vivienda, donde residía la víctima. Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas hicieron la inspección fotográfica del lugar, a las 9:00 pm del sábado 26 de enero.
El hombre fue reconocido por el dedo pulgar de la mano izquierda “que tenía más largo y gordo que el derecho”, explicó ayer la hijastra de la víctima en la morgue de Bello Monte.
Previo al hecho. La última vez que los vecinos vieron a Acevedo con vida fue el 27 de mayo del año pasado. Esa noche había una fiesta en su casa y en la madrugada se escuchó un tiro. El lunes 28 de mayo residentes se sorprendieron al no ver a Acevedo en la cola para adquirir la caja CLAP.
Transcurrieron 8 meses desde ese día. Acevedo era obrero. Tenía 56 años de edad y trabajaba en la Corporación de Servicios de la Alcaldía Libertador, en La Yaguara.
Tenía 4 hijos en Colombia. Hace 10 años contrajo matrimonio con Dennys Mayarit Hernández, madre de 2 hijas de 10 y 14 años de edad, producto de otra relación.
Una vecina del hombre avisó a Martha Acevedo, hermana de la víctima, residenciada en Cúcuta, capital del departamento del Norte de Santander.
“Dicen que mi hermano vendió la casa y que la esposa se fue con otro hombre a Valledupar el 20 de agosto. Queremos saber si ella tuvo que ver en este homicidio, junto a su amante”, dijo Martha Acevedo, en la medicatura forense.
El Nacional