El pueblo de Cotiza, parroquia San José, fue atacado con bombas lacrimógenas por grupos y funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro.
13 personas acudieron a la emergencia del Hospital Vargas. Siete llegaron con heridas de perdigón, de los cuales uno tenía exposición de vísceras, quien fue intervenido quirúrgicamente.
La paciente Níker Bermúdez, de 32 años de edad, llegó sin signos vitales al recinto hospitalario luego de las manifestaciones de este 21 de enero. La joven fue asesinada por un presunto colectivo quien le arrebató la vida por no haberle entregado su celular. La víctima recibió un disparo en el cráneo.
Hay cinco pacientes que se encuentran en el área de hospitalización con patologías respiratorias producto del gas lacrimógeno.
En el área de pediatría, 15 niños se vieron complicados por asfixia debido a las bombas lacrimógenas que lanzaron los organismos de seguridad frente a las dos entradas del hospital.
“Para nadie es un secreto que lo que hicieron ayer fue una arremetida brutal contra el pueblo de Cotiza que salió a ejercer su derecho”, expresó el Dr. Carlos Prosperi, presidente de la Sociedad de Médicos Residentes del Hospital Vargas.
Prosperi detalló que en centro no posee los recursos necesarios para atender a los pacientes; sin embargo, cuenta con el recurso humano para recibir a los afectados.
El médico informó que el sector salud saldrá a marchar este 23 de enero junto a la comunidad de Cotiza.
NTN24