Fue demasiado abrumador para la última rival que poco o nada pudo hacer para frenar a Serena Williams en el Abierto de Australia. Así fue que Dayana Yastremska, una ucraniana de 18 años, acabó secándose lágrimas al acercarse a la red.
La estadounidense puso su mano derecha sobre el hombro de Yastremska y la consoló. “Eres una jovencita, estuviste increíble. No llores”. Se abrazaron, y Williams le dio una palmadita en la espalda a Yastremska.
“Pude darme cuenta que estaba muy golpeada. Me gustó ver eso. Confirma que no salió a jugar para solo hacer un buen partido. Vino a buscar la victoria. Quería ganar. Eso me rompió el corazón”, dijo Williams. “Creo que es una jugadora talentosa. Es bueno ver esa actitud”.
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