En Venezuela, luego de 20 años de vigencia del socialismo del Siglo XXI, todo indica que ha sido un fraude político, económico y social, solo basta con mirar los indicadores de gestión económica, sobre todo los de la industria petrolera, socialmente se predica una justicia social que no se practica, y a nivel político la crisis habla por sí sola, estamos frente a una estafa a la democracia, al pueblo y fundamentalmente al sistema político nacional. Como si fuera poco, todo ha derivado en una gran corrupción de los bienes del Estado que ha generado un inmenso índice del desempleo, de la pobreza, de la anarquía protagonizada por una elite hegemónica que pretende quedarse en el poder para siempre y el caos general.
La crisis social señala que se tornará muy difícil en el país y se exportara como un emblema de la “revolución bonita” a la región y al mundo. Por primera vez en 20 años se observa en Venezuela hordas de limosneros, urgar la basará, de padres de familia sin empleo, sin techo, sin alimentos ni atención médica. Millones de venezolanos empiezan a añorar el sistema democrático que consolido Copei y AD, en los 40 años desde 1958 hasta 1998 con todo y sus defectos y fracasos, Venezuela necesita un estadista fuerte, intelectualmente formado y con sensibilidad social que imponga el orden.
Políticamente no es igual dictadura que autoritarismo y Maduró no tiene ni la más impúdica idea de lo que se le viene encima al graduarse de dictador el 10 de Enero 2.019, una cosa esta clara, los dictadores en América latina son una etapa superada. Las sociedades de la región cambiaron, el proceso civilizatorio dejo atrás a los caudillos, a las montoneras, a la política del gendarme necesario y a las elites “cívico-militares hegemónicas” que perduraron por muchos años en el cono sur, todo eso fue aniquilado por el sistema democratico desde hace mas de 50 años.
Pero detrás de esto no existe ninguna identificación política ni afinidad ideológica con determinados regímenes latinoamericanos. Solo intereses económico, situación preocupante e inédita para los venezolanos.
Por tanto, los aliados a Madura arrugaran la cara cuando los países del continente y del mundo entero, con diplomacias consolidadas y con cancilleres de un alto perfil democrático contrario a las dictaduras arreciaran contra las pretensiones de eternizarse en el poder en degradación del pueblo. El mundo, no lo va a reconocer como dictador, porque las dictaduras en todo el planeta son una enfermedad superada por las sociedades modernas, ahora, de allí el dilema de Maduro escoger entre ser un demócrata o graduase de dictador.&
Joaquín Chaparro O. / @joaquinchaparro