La mente es absolutamente poderosa, in embargo, aunque sea capaz de proporcionarnos momentos dulces y felices, también puede jugarnos malas pasadas y hacer que nos sintamos realmente mal.
Por eso, hay que entrenar y educar a nuestra mente para estar felices y sanos por dentro. En este caso, hablamos de cómo terminar el día con serenidad y tranquilidad para levantarnos felices horas más tarde.
Apunta estos consejos y conseguirás descansar la mente metiéndote bien en la cama y levantándote aún mejor.
Buenos hábitos
Las pesadillas, los desvelos, las ‘noches toledanas’… todo ello puede deberse en ocasiones a que abusamos de la grasa, cenamos tarde, lo hacemos a deshora, gastamos demasiado tiempo mirando el teléfono móvil…
Si tenemos buenos hábitos físicos conseguiremos que las noches sean de verdad mucho mejores.
Buenos pensamientos
A veces, después de todo el día, cuando por fin estamos relajados, nos sobrevienen una serie de pensamientos complicados que hacen que nos acostemos tristes o ansiosos, y por tanto, nos levantemos de la misma manera.
Para entrenar a la mente, tenemos que tener ‘pensamientos comodín’, para tirar de ellos cuando tengamos la tentación de flagelarnos con todo lo que no ha funcionado en el día.
Repaso de asuntos felices
Antes de dormir, en lugar de agobiarnos con todo lo que tenemos que hacer, tenemos que ponernos a repasar todo aquello que nos hace profundamente felices.
Siempre hay recuerdos que podemos tener en cuenta para acostarnos verdaderamente a gusto.
Horario férreo
Si nos dormimos cada día a la misma hora, seguro que también ayudaremos a nuestro cuerpo a que se encuentre mejor.
Haz una rutina nocturna que haga que tu mente descanse: una infusión relajante, tal vez un baño o ducha caliente, unas páginas de lectura antes de dormir, y una misma hora.
Indulgencia propia
Perdónate, piensa cosas buenas, despeja tu mente y no te flageles mentalmente a oscuras.
Nosotras