El balance de la explosión de gas que destruyó un edificio en la localidad rusa de Magnitogorsk, en los Urales, aumentó este miércoles a 28 muertos, cuatro de ellos niños, mientras los equipos de rescate seguían con las operaciones de búsqueda en medio de un frío glacial.
Según un balance del ministerio ruso de Situaciones de Emergencia comunicado a las 17h45 GMT, encontraron el cuerpo sin vida de 28 personas, entre las cuales había cuatro menores de edad.
Los socorristas salvaron a seis personas, entre ellas dos niños, mientras que seguían desaparecidos 13 residentes del inmueble.
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«El trabajo sobre el terreno continúa», añadió en un comunicado el ministerio, en el que precisó que se habían retirado 800 m2 de ruinas, cargados en unos 50 camiones, durante las últimas 24 horas.
Una parte del inmueble de nueve pisos se derrumbó tras la explosión que se produjo el lunes en este edificio en Magnitogorsk, una ciudad industrial de la región de Tcheliabinsk, a unos 1.700 kilómetros al este de Moscú, en la cordillera de los Urales.
AFP