La exmandataria brasileña Dilma Rousseff dijo este viernes que la ayuda humanitaria que varios países pretenden hacer llegar a Venezuela a partir de mañana sábado es la “coartada” del Gobierno de Donald Trump para “entrar” en la nación suramericana.
Rousseff, que gobernó Brasil entre 2011 y 2016, cuando fue destituida por el Congreso, alertó de que “en los próximos días” habrá un “peligroso agravamiento de la crisis” venezolana.
“Un momento de profunda gravedad ante la amenaza del Gobierno Trump de entrar en Venezuela de cualquier forma, usando la coartada de la ayuda humanitaria”, expresó y añadió que “todo eso se combina con el envío de tropas de algunos países para la frontera venezolana, incluso tropas brasileñas”.
Asimismo, Rousseff indicó que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, se sometió a los intereses del Gobierno de Trump, al participar del plan de ayuda humanitaria para Venezuela.
“Brasil se curvó y se sometió a los intereses del Gobierno Trump, al aceptar participar del falso enfrentamiento de la ‘ayuda humanitaria’ con Venezuela, enviando alimentos y sobre todo tropas para la frontera”, manifestó en sus redes sociales.
Asimismo, aseguró que la decisión de Venezuela “de enviar tropas y cerrar la frontera con Brasil fue un paso más, aunque sea defensivo, en esta escalada bélica”.
“Brasil baja la cabeza y se somete al interés del Gobierno estadounidense de usufructuar el petróleo venezolano, y acepta traer a nuestro continente un conflicto armado, contrariando todos nuestros principios de no intervención y respeto a la soberanía de las naciones”, dijo.
Además, señaló que la posición del Gobierno de Bolsonaro traerá “gravísimas consecuencias” al “aceptar el papel de socio” en “esta estrategia bélica global de Estados Unidos”.
“El Gobierno de Bolsonaro tira a la basura el respeto conquistado por Brasil como nación defensora de la paz, del multilateralismo y del respeto a la soberanía de todos los pueblos”, apuntó.
Además, prosiguió Rousseff, “provoca una crisis diplomática sin precedentes, y asume el riesgo de envolver” a Brasil “en una aventura militar contra un país con el cual tenemos 2.190 kilómetros de frontera, y que contará, en caso de enfrentamiento armado, con el apoyo militar de China y Rusia”.
Rousseff es una de las dirigentes del progresista Partido de los Trabajadores (PT), cuya presidenta, Gleisi Hoffmann, asistió el pasado 10 de enero a la investidura de Maduro, al que considera el presidente legítimo de Venezuela.
El Gobierno brasileño continúa, por su parte, con los preparativos para el envío, a partir de este sábado, de 22 toneladas de leche en polvo y 500 kits de primeros auxilios desde el estado fronterizo de Roraima hacia la nación caribeña, a pesar del cierre del paso decretado por Maduro.
No obstante, el ministro de Seguridad Institucional de Brasil, general de la reserva Augusto Heleno Ribeiro, descartó este viernes una “acción agresiva” en la frontera para hacer llegar el contingente de medicinas y alimentos no perecederos.
La ayuda humanitaria fue solicitada por el jefe del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, quien se adjudicó en enero pasado las competencias del Ejecutivo de ese país como presidente encargado y ha sido reconocido por unas 50 naciones, entre ellas EE.UU. y Brasil.
EFE