Un beso así no había ocurrido. Solo en la ficción, en 2011, cuando la marca de ropa italiana Benetton creó unos polémicos carteles que distribuyó por el mundo en donde el entonces papa Benedicto XVI besaba en la boca a un imán. En su momento los carteles recibieron demandas y fueron retirados.
Esta vez, sin embargo, el beso en la mejilla entre los líderes de dos de las religiones más importantes del mundo, el catolicismo y el islamismo, el papa Francisco y gran imán de El Cairo, Sheikh Ahmed al-Tayeb, ha dejado de estar en la mente fantasiosa de un creativo de publicidad y ha pasado a la historia, sobre todo, porque el pacto amistoso, el gesto de cercanía ha ocurrido en la península arábiga, cuna del islamismo y tierra que ningún otro Papa antes tocó.
Univisión