Puede ser que algunos piensen que soy un manantial de esperanza o, que las ganas de execrar a los «narcodegenerados», que usurpan el poder en mi patria, es lo que me mueve a ver hechos positivos dentro de la desgracia en la que vivimos. Es que a veces son imperceptibles pero, les aseguro que son muy importantes y los avances, aunque sean micrométricos, logran despejar el camino. Probablemente muchos a estas horas piensen que nada o muy poco sucedió con la expectativa de la tan necesaria e impostergable entrada de ayuda humanitaria a Venezuela. Especialmente porque asociamos este hecho con la salida del tirano y sus «patotas» de enfermos mentales. Vivimos estos días acompañando a los voluntarios, las ONGs, semanas de preparación y de avalancha de donaciones llenas de compasión y amor por los más necesitados, los que moribundos esperan esa gota de vida que las lacras rojas les han negado durante años. Nada de eso ha sido en vano.
Les afirmo que fue y ha sido bastante lo sucedido, lo visto, lo sufrido y lo avanzado desde el 5 de enero 2019 hasta el día de ayer 23 de febrero, pautado para el ingreso de la ayuda humanitaria a Venezuela. Lo más doloroso de la jornada de ayer, fue la confirmación de la descarnada y brutal violencia que practica la dictadura del mamarracho Maduro, la cual dejó al menos 14 muertos, 285 heridos y 51 detenidos, según cifras del último informe reportado por el presidente de la OEA,Luis Almagro.
Lo más relevante, fue que se agotaron los esfuerzos por convencer a los militares que están sirviendo al jefe equivocado. Quedó demostrado lo que todos sabemos pero que se requiere probar para cubrir protocolos y así dar autorización al ingreso de fuerzas aliadas liberadoras, a exterminar uno por uno a los mayores sanguinarios jamás conocidos.
Esta decisión de avanzar en términos estratégicos, como todas las tomadas desde el 05 de enero del año en curso, cuando se comenzó a ver la luz al final del túnel, todos los actos y las planificaciones lideradas por el presidente interino Juan Guaidó, han sido pensadas y acertadas, apoyadas por muchos y puestas en duda por otros y conllevan a que los pasos hay que darlos sin prisa pero sin pausa y esto como es lógico aumenta la ansiedad de justicia y liberación que tenemos.
Nunca habíamos avanzado de esta forma tan decidida y corajuda: La ayuda ingresó contra todos los obstáculos y cochinadas perpetradas por las alimañas que lanzaron a la calle (colectivos y presos), 70 militares de frontera se colocaron al lado de la Constitución (miles de ellos en los cuarteles quieren lo mismo pero la represión por disentir es mortal), el pueblo se resteó movido por la rabia y la desesperación de ser libres de opresión.
Los zarrapastrosos danzantes y envalentonados disfrutan la masacre como un trofeo y creen en su mundo falaz que han triunfado en esta, la batalla por la vida de hermanos, en la cual ellos actuaron asesinando y maltratando más a los valientes que sacan fuerzas para seguir defendiendo nuestros derechos. Son para ellos días de gracia para seguir usurpando el poder para celebrar sus pérfidas estrategias dilatorias del fin de sus días. El capo Maduro montó un show mediático insultando a Guaidó, rompiendo relaciones con Colombia y dando veinticuatro (24) horas a los diplomáticos colombianos para que abandonaran el país, a lo cual la cancillería colombiana y la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, respondieron que el gobierno colombiano no atenderá a instrucciones de un usurpador sin ninguna autoridad para darlas pero debido a que han demostrado tales niveles de salvajismo y nula palabra repatriarán a su misión diplomática inmediatamente. Todos los exhortos que les ha hecho Juan Guaidó a los militares, basado en la ley de amnistía no han tenido el eco necesario para lograr la contundencia necesaria y dejar de sostener al tirano en el poder. El usurpador quedo más al descubierto y el mundo pudo comprobar de lo que son capaces, que no les importa que se mueran cerca de medio millón de Venezolanos en situación ultra vulnerable que están esperando la tan anhelada ayuda humanitaria en medicamentos para salvar sus vidas, millones de venezolanos ya están pasando hambre y su salud está con signos de nula recuperación.
Si la orden de los más perversos desalmados fue quemar las cargas de ayuda humanitaria que lograron pasar a territorio venezolano, no importándole lo que eso significa para esos venezolanos que lo necesitan y según los militares que huyeron de la tiranía hoy, la orden es masacrar al pueblo, qué más prueba queremos de que lo que les importa es el poder y no la vida de nuestros hermanos.
Ganaron un montón de puntos en su contra, sumados a los anteriores delitos de su abultado expediente, el hecho de atacar una misión con ayuda humanitaria es según el convenio de Ginebra un crimen de lesa humanidad.
El alto mando militar se resteó una vez más con el usurpador, no importándole una población hambrienta en condiciones que ellos mismos están padeciendo en los cuarteles y con sus familiares. No es nada fácil luchar contra una «narcotirania», quienes las dirigen resultaron ser unos vulgares y salvajes criminales, como lo han evidenciado los hechos de los asesinatos de jóvenes en manifestaciones pacíficas, los asesinatos de hoy, las ejecuciones en vivo de Oscar Pérez y sus héroes acompañantes, el asesinato del concejal Fernando Albán, ademas de todas las torturas que están soportadas y documentadas ante la Corte Penal Internacional (C.P. I).
Es un gran desafío para la comunidad internacional liderada por los Estados Unidos. Sabemos que Cuba, Irán y otras mecas del terrorismo, tienen al territorio venezolano como un centro de adiestramiento y guarida de enajenados que amenazan la paz del mundo.
No se ve desde mi punto de vista ninguna salida, que la actuación de las fuerzas liberadoras multilaterales que puedan apresar o exterminar a estos terroristas criminales, que tienen sometido o secuestrado a todo un país que lo está convirtiendo es un verdadero holocausto.
Convencido del uso de la fuerza militar para sacar a estas hienas narcotraficantes, que no soltaran el poder que les quitaría sus negocios, llevo 5 años diciéndolo. Sí sabiendo que contamos con el apoyo de más de 50 gobiernos, señalamientos y advertencias del uso de la fuerza por parte de EEUU, estadísticamente desahuciados con 90% de rechazo popular, un listado sanciones a funcionarios y a instituciones, cerco al comercio petrolero, entre otras fuertes acciones y Maduro se niegan a irse, me vuelvo a preguntar:
¿Dónde están aquellos que decían que esta dictadura aferrada al poder salía con votos?
Faltan algunos pasos y no fallará pues de la estrategia se pasa a la acción.
Después del discurso y compromiso adquirido en la Universidad Internacional de La Florida, por el Presidente Donald Trump, en donde afirmó que Venezuela será liberada, no me queda la menor duda de que así lo hará. También es cierto que de no cumplir ese compromiso, pagaría un alto costo político: El Estado de La Florida tiene la población latina más grande de los Estados Unidos y es el cuarto estado más importante electoralmente hablando.
A todos mis lectores tengan mucha fe en que Venezuela será liberada. Hay que tener un poco de paciencia y mucha inteligencia. Las cartas están echadas y esos «Pranes», escogieron como será su muerte y no es natural.
Desde la cárcel del exilio les inyectó más y más fuerzas y me mantengo en la lucha con lo único que me queda MI PLUMA Y MI PALABRA.
Los veré pronto #VenezuelaLibre #IntervenciónYa
José Gregorio Briceño Torrealba
“El Gato” Briceño
Ex-alcalde, Constituyentista, ex-diputado AN, y ex-gobernador del Estado Monagas. Luchador incansable por el rescate de la democracia en mi patria VENEZUELA.
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