Noventa días. A partir de la reunión del jueves en Montevideo, el grupo de contacto promovido por la Unión Europea (UE) con países latinoamericanos tendrá tres meses para lograr un acuerdo de elecciones presidenciales en Venezuela pero, ¿cómo conseguirlo?
La UE trabajaba desde octubre en la creación de este grupo, cuyo lanzamiento tenía previsto a mediados de febrero. Pero ante la autoproclamación el 23 de enero del opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, decidió adelantarlo.
– ¿Quién forma parte del grupo? –
La primera reunión del Grupo de Contacto Internacional (GCI) tendrá lugar a nivel ministerial el jueves en Montevideo. A partir de entonces, empezará la cuenta atrás de 90 días, hasta principios de mayo.
Además de la UE, que estará representada por la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, participarán representantes de España, Portugal, Italia, Francia, Alemania, Reino Unido, Países Bajos y Suecia.
Del lado latinoamericano, el anfitrión Uruguay, Ecuador, Bolivia y Costa Rica confirmaron la participación en este grupo. Aunque México no lo integra formalmente, existe la posibilidad de que lo haga en un futuro.
El objetivo inicial es contar con un número de países reducido y balanceado, que pudiera aportar una interlocución con ambas partes idealmente, había explicado a mediados de enero una fuente diplomática europea.
Sin embargo, aunque la UE como organización no lo ha hecho, la mayoría de países del bloque, salvo Italia y algunos más, reconoció a Guaidó como presidente interino, lo que provocó el enfado del gobernante Nicolás Maduro.
– ¿Cuál es el objetivo del grupo? –
La UE subrayó que el GCI no busca mediar ni organizar un diálogo en Venezuela, sino coordinar los esfuerzos internacionales que buscan una solución pacífica y democrática a la crisis a través de nuevas elecciones, de conformidad con la Constitución del país, a las que no ponen fecha de celebración.
El objetivo final establecido en el mandato es así: «la celebración de nuevas elecciones con todas las garantías de un proceso electoral libre y justo, supervisado por observadores internacionales independientes».
Aunque no participan en el grupo, el Vaticano y otros actores que pudieran desempeñar un papel en el país también estarán informados de las reuniones. Ni el gobierno ni la oposición venezolanos están llamados a formar parte del grupo.
– ¿Cómo alcanzar ese objetivo? –
Los miembros del grupo de contacto deberán establecer en un primer momento un análisis común sobre la situación en Venezuela y sobre cómo podrían organizarse nuevas elecciones creíbles en el país.
A continuación, abordarán con «los agentes nacionales pertinentes» sus exigencias; determinarán el camino a seguir; y promoverán la implementación de las condiciones necesarias para alcanzar el objetivo.
Aunque la UE asegura que el resultado final lo decidirán los venezolanos y no será impuesto desde el exterior, apunta varias condiciones necesarias como la «liberación de los presos políticos».
Otras de las condiciones es el «respeto del papel constitucional de la Asamblea Nacional», lograr una «balanceada composición» del Consejo Nacional Electoral, y la «eliminación de los obstáculos a la participación en pie de igualdad» de la oposición en las elecciones.
– ¿Qué opciones de éxito tiene el grupo? –
Responsables europeos, tanto en público como en privado, expresan sus dudas sobre el éxito del grupo de contacto, máxime cuando ya fracasaron iniciativas de diálogo en el pasado y Maduro cuenta con el apoyo de China y Rusia, así como del ejército.
Pero, esperan que la presión internacional, sumada al deterioro de la situación económica en el país, convencerán a Maduro de que ésta es una solución posible para la crisis en el país sin sumirse en la violencia.
Si el grupo no registra progresos suficientes al término de su mandato de 90 días o incluso antes, se eliminará. El objetivo de limitar el tiempo a tres meses es evitar dar un balón de oxígeno a Nicolás Maduro, como exigían algunos países europeos.
AFP