Darwin Soto, de 34 años, quien paga condena en el centro de arrestos de San Carlos, estado Zulia, en el municipio Colón, se convirtió en otro recluso contagiado con tuberculosis dentro del recinto carcelario.
Así lo indicó a El Pitazo desde la emergencia del Hospital General Santa Bárbara, donde fue ingresado el 16 de febrero, debido a una complicación en las vías respiratorias. Según fuentes policiales con Darwin serían tres los internos que han resultado afectados. El contagio se propicia en el pabellón A de dicha cárcel. Las autoridades policiales no quisieron confirmar la versión a la prensa.
Sin embargo, Soto confirmó que sí padece la patología, toda vez que otros internos también presentaron los mismos síntomas. Ellos abandonaron el recinto con medidas judiciales y él aspira conseguir una medida similar.
Contó que su único delito fue haberle robado un teléfono celular de alta gama a una chica hace cuatro años atrás. La víctima lo denunció al alegar que él la apuntó con un arma de fuego. Tras esgrimirse los alegatos, los jueces de los tribunales de Santa Bárbara del Zulia, lo sentenciaron a siete años de prisión.
Sin embargo, ahora su pena es peor, pues además del encierro, la intensa tos, pérdida de peso y dolor constante en su caja toráxica, hacen más pesada su sentencia.
Darwin tiene dos hijas de 12 y 15 años. Él simplemente quería tener un teléfono inteligente. “Yo lo único que estoy pidiendo es que me den una medida por (los tribunales de) Maracaibo, para poder recuperarme en mi casa”.
A Soto le acompañaba en la sala de urgencias del centro de salud su hermana Dayana, quien por temor a represalias, no quiso revelar mayores detalles.
En la familia de Soto están preocupados por su cuadro de salud, debido a que cada día está más demacrado y la tos es constante, seca. Lo que pudiera atentar contra su vida, al tiempo que otros compañeros de ala y celda, están expuestos a contraer la enfermedad.
El Pitazo