Un activista ambiental de EE.UU. construyó una pequeña casa ecológica por menos de 1.500 dólares, empleando en su mayoría materiales reutilizados para demostrar que cualquiera puede vivir cómodamente sin contaminar el medio ambiente y sin consumir una gran cantidad de recursos.
Según explica Rob Greenfield, que actualmente vive en Orlando (EE.UU.), en su pequeña vivienda de 9 metros cuadrados, parecida más bien a una caseta de perro, tiene todo lo necesario para una vida cómoda. Así, en la casa hay una cama, varios estantes con libros y alimentos, una mesa y un refrigerador en el que se almacenan los productos que se echan a perder. Una pequeña área de cocina se encuentra en el jardín cerca de la casa.
El activista también aseguró que pronto se alejaría de todas las fuentes de energía no renovable, y que actualmente solo gasta 100 dólares al año en una pequeña cantidad de electricidad, porque tiene introducido un sistema de paneles solares.
Mientras tanto, la construcción de la casa, que su propietario sigue mejorando, se produce en medio de un proyecto más amplio de Greenfield, que está tratando de vivir una vida sostenible. El hombre planea durante un año alimentarse solo de los productos que él mismo cultive en su granja.
Además, el ecologista consume agua de lluvia e incluso tiene un sistema de inodoro no contaminante, que convierte en fertilizante, con su propio papel higiénico, representado por hojas suaves y olorosas de una planta especial que cultiva allí mismo.