El gobierno de Nicolás Maduro retiró del Fondo Monetario Internacional (FMI) 6.409.255 de Derechos Espaciales de Giro (DEG) en febrero, equivalentes a unos $8,96 millones, el primer movimiento de este tipo desde noviembre de 2018, según datos del organismo multilateral.
Los Derechos Especiales de Giro (SDR en inglés) son una especie de moneda supranacional creada por el Fondo y que sirve como un activo internacional para los países miembros. Se pueden transferir entre bancos centrales o solicitar su liquidación directamente ante el Fondo para cubrir déficits temporales de la balanza de pagos. El FMI no condiciona ni especifica el uso que los dan los países.
El uso de estos recursos ocurre en medio de una lucha por el poder presidencial en Venezuela. El Fondo no ha reconocido a Juan Guaidó como mandatario legal del país, lo que sí han hecho organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y más de 50 países. Ante esta situación el gobierno de Maduro puede seguir usando los recursos disponibles en el multilateral.
Maduro encontró en el FMI una fuente de recursos dadas las características de utilización de los DEG. Desde 2015 Venezuela ha retirado 98,7% de sus tenencias de DEG que pasaron de 2.258,5 millones en marzo de 2015 a 30,02 millones al cierre de febrero.
Venezuela no recibe a los técnicos del Fondo desde 2004 y apenas en noviembre de 2018 entregó datos oficiales de los últimos años sobre el desempeño económico del país, que están siendo evaluados por el organismo para verificar el cumplimiento con las normas.
El gobierno recurre a mecanismos como los DEG para cumplir con pagos (ya lo hizo en enero del año pasado con Brasil, país al que canceló más de $200 millones), en medio de una severa crisis económica, sobre la que ahora influyen las sanciones estadounidenses a la industria petrolera venezolana, que bloquea buena parte de sus ingresos en divisas.
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