La Eurocámara aprobó este jueves eximir de visados a los británicos para estancias cortas en la Unión Europea (UE) tras el Brexit, con un reglamento que define Gibraltar como una «colonia de la Corona británica».
Por 502 votos a favor, 81 en contra y 29 abstenciones, los eurodiputados reunidos en Bruselas apoyaron permitir a los ciudadanos británicos viajar al espacio de libre circulación europea Schengen para una estancia corta (90 días por cada 180 días) sin visado.
Esta medida, que se aplicaría cuando las reglas europeas ya no rijan en Reino Unido ya sea por un Brexit sin acuerdo o al término de un período de transición, se acordaría a condición de que el gobierno británico eximiera también de visados a los ciudadanos de todos los países del bloque.
Los ciudadanos de los territorios británicos de ultramar, como Gibraltar o las Malvinas, ya están exentos de visado para estancias de corta duración en la UE, una posibilidad que la propuesta europea no modifica y que ahora debe recibir la aprobación formal del Consejo de la UE.
La tramitación del reglamento no estuvo exenta de polémica por la inclusión por el Consejo de la UE del término «colonia» para definir a Gibraltar, a petición de España, y por las presiones para aprobarlo antes del día 12 de abril, la actual fecha de retirada de Reino Unido del bloque.
Ante la oposición del ponente de la Eurocámara, el británico Claude Moraes, de aprobar el texto por esta referencia, los eurodiputados decidieron cambiarlo por el búlgaro Sergei Stanishev, que aceptó su tramitación el martes.
«No es ningún secreto que las negociaciones se bloquearon debido a la persistencia del Consejo en la nota al pie de página sobre Gibraltar, una cuestión que no guarda relación con la esencia del informe», reconoció este jueves Stanishev.
Los eurodiputados aprobaron también esa nota que reza: «Gibraltar es una colonia de la Corona británica». Esto supone un cambio en la tradicional posición de la UE que se limitaba a apuntar que «existe una controversia entre España y Reino Unido sobre la soberanía».
Madrid reclama tradicionalmente la soberanía de este territorio de 32.000 habitantes, que cedió al reino de Gran Bretaña en 1713, si bien dejó de lado este reclamo durante las negociaciones del Brexit.