NOSOTROS| La hija legítima del régimen: “La corrupción”. Por Johnny Galue (@COOTUR)

Viendo lo que estamos viviendo los venezolanos, terminaremos sentenciando que la familia que se corrompe unida, permanecerá unida. Los apellidos de la delincuencia pública, se ha transmitido de padres a hijos, en otros unidos por lazos fraternales sin faltar los que generan las nuevas incorporaciones a título de yernos, esposas o maridos.

Lo cierto es que la institución familiar de los del Régimen, está cuestionada por los ejemplos de corrupción compartida entre progenitores, vástagos y allegados.

Por ello, el mayor desastre natural de Venezuela es y ha sido el Chavismo, que ha utilizado cada vez más el poder que le confiere su actividad política para enriquecerse descaradamente, con la facilidad con la que han logrado penetrar todos los estamentos de la esfera política.

La ignorancia, el olvido y el desprecio a los derechos de los ciudadanos, han sido las únicas causas de los males públicos y de la corrupción en el País.

En ningún país, como el nuestro, esta  hija legítima, ha hecho huir del territorio nacional, a más de cuatro millones de venezolanos. La corrupción  no  es más, que el  desprecio  de los  derechos constitucionales  fundamentales, entre ellos el de la igualdad de oportunidades. Son muchos los que denuncian el fenómeno pero pocos los que ofrecen fórmulas concretas de solución. La  ciudadanía  está  hastiada  y cansada de todo esto como lo demuestran las encuestas.

Los  medios  de información se  niegan  a  informar  sobre estos casos,  empresarios  como  apolíticos,  implicados en delitos de soborno, extorsión, malversación y blanqueo de dinero. Pero, más allá de estos tristes sucesos, la corrupción tiene y ha tenido un fuerte impacto en la economía venezolana, ha afectado a las finanzas públicas, a la distribución de la riqueza y a la libre competencia entre los empresarios.

Últimamente hemos leído, demasiadas  noticias  de  padres  corruptos,  hijos  y  sobrinos  que les siguen  la  estela en el narcotráfico. Todos estos padres, que lo que parecen  son padrinos,  inculcan  a sus  retoños la vida regalada del mínimo esfuerzo y les enseñan sofisticados métodos de robo, engaño, fraude y corrupción para forrarse sin sentir ningún tipo de límite cívico o moral.

Esta hija legítima del Régimen,  ha provocado que se ignoren las normas de calidad y seguridad de muchos servicios e instalaciones que deberán ponerse a disposición de la ciudadanía. Estas decisiones, han provocado impactos negativos en las cuentas públicas.  Pero también, ha perturbado la libre competencia, produciendo graves ineficiencias económicas, sobrecostos y reduciendo la efectividad de las políticas económicas.  Esta  prostituida  criatura, ha logrado que los  empresarios  no  compitan en  igualdad  de  condiciones  a la hora de acudir a un concurso de obra o servicio público.  Esta  endemoniada  criatura, ha destruido la imagen del país, ahuyentando la inversión. El hecho de estar en un país, como Venezuela, en el que las leyes no garantizan una seguridad mínima y una competencia justa a las empresas, en un País, como el nuestro, hace que muchas compañías, por razones éticas y de  seguridad  en sus  propios  negocios, decidan no operar en países con entornos corruptos como Venezuela,  esto no lo entiende ella. Una de las nefastas consecuencias de esta muchachita, es que, ha generado cantidades de dinero sin respaldo. Porque su pariente más cercano, que se encarga de los sobornos,  oculta al fisco nacional estas erogaciones y las desvía a paraísos fiscales. Esto provoca que haya una caída de la recaudación de la administración pública, originando una mayor carga sobre los contribuyentes. Los ciudadanos, esperan cada vez menos de sus representantes políticos.

La  baja  calidad  de  control  administrativo  y  judicial, por parte del Poder Judicial,  quien  entre  otras  cosas  es  su tío, materno  y padrino de bautismo  de  esta  adorada  criatura,  hija legítima del Régimen, con sus decisiones débiles, lejos de sentar precedente para que esta hija legítima, se corrija y se abstenga de cometer estos actos ilegales, la animan a seguir delinquiendo pues saben que las consecuencias de sus actos ilícitos son la impunidad o sanciones débiles.

Esta  hija  legítima  del  Régimen, ha corrompido  el tejido social e institucional del País, y que las bases para corregirla, deberá de ser producto de una estrategia doble, dirigida a aumentar las ventajas de ser honrado y los costos de ser corrupto, una mezcla sensata de castigo y recompensa.

Johnny Galue / @COOTUR

 

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