El pasado 14 de enero de 2019, Nicolás Maduro aumentó el salario mínimo en 300%. Fue el incremento número 26 desde que éste ocupa la silla del Palacio de Miraflores. El ingreso mensual pasó de 4.500 a 18 mil bolívares mensuales, cifra que no ha sido suficiente para evitar el hambre que hoy agobia a los trabajadores venezolanos.
En ese momento, de acuerdo a la tasa oficial, el salario mínimo de los trabajadores venezolanos se ubicaba en 20,8 dólares mensuales. Esa cantidad de dinero solo alcanzaba en ese momento Día para adquirir dos kilos de carne.
Hoy, cuando se celebra el Día Internacional del Trabajador, el dólar, según la tasa Dicom, se ubica en 5.202, esto quiere decir que los trabajadores venezolanos tienen un ingreso mensual de 3,4 dólares, situación que no les permite adquirir ni un cartón de huevos.
Los trabajadores venezolanos, con ingresos en bolívares, no pueden comprar los alimentos suficientes para mantener un estado de salud estable.
Tampoco pueden adquirir medicamentos, pagar una consulta médica privada, asistir a una actividad de esparcimiento o comprarse ropa, zapatos o artículos de higiene personal.
Un porcentaje minoritario que tiene ingresos en dólares o recibe remesas de sus familiares también enfrenta serias dificultades porque la feroz devaluación de la moneda afecta su poder adquisitivo.
Durante los últimos seis años el salario de los trabajadores, expresados en bolívares, bolívares soberanos y Petros, no ha logrado superar los niveles de hiperinflación proyectados, por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo que la ubica en 10 millones por ciento.
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Desde el año 2013 hasta hoy el salario de los trabajadores ha sido aumentado hasta 4 veces por año, pero las deficiencias que presentan la política monetaria del país y la emisión de dinero inorgánico disparan la inflación.
La consecuencia inmediata de esta errada política económica salta a la vista: los trabajadores venezolanos, incluyendo pensionados y jubilados, perdieron completamente el poder adquisitivo.
Anuncio inusual
Este año el aumento salarial número 27 se conoció de manera inusual.
El anuncio no se realizó desde el Palacio de Miraflores sino que un constituyente utilizó sus redes sociales para informar a los trabajadores del país cuál sería su ingreso mensual en lo adelante.
El constituyente y ex Ministro del Trabajo, Francisco Torrealba, fue el encargado de explicar que el ingreso mensual había sido aumento a 40 mil bolívares mensuales.
Torrealba publicó la Gaceta Oficial mediante la cual se oficializa el anuncio.
Según el documento, el ingreso mínimo de trabajadores públicos y privados, pasará de 18 mil a 40 mil soberanos mensuales.
El cesta tickets alimentación pasará a 25 mil soberanos mensuales.
Todos saben que el incremento no mejorará la calidad de vida de los trabajadores venezolanos, por el contrario, la empeorará y generará mayor desempleo e inflación.
Solo por citar dos ejemplos, hasta este 30 de abril estos eran los precios de dos productos que frecuentemente se usan en todos los hogares venezolanos:
1) Lava platos en crema, 18.900 soberanos y 2) Pasta dental de pequeño tamaño 6.500 soberanos.
Todos se preguntan, después del aumento salarial cuánto costará el pasaje mínimo, un pollo, un kilo de carne de res, un par de zapatos, una consulta odontológica, la mensualidad en un colegio privado, una medicina o el cartón de huevos?.
Caraota Digital