El diputado opositor Gilber Caro está recluido en El Helicoide, una de las sedes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) en Caracas, según ha informado este viernes su abogada, Theresky Malavé, después de pasar un mes detenido sin que se supiera su paradero.
“El diputado Gilber Caro se encuentra en la sede del SEBIN ubicada en El Helicoide. Aún no hemos logrado verlo”, ha dicho Malavé en una entrevista concedida a la televisión digital VPI TV, citada por el diario venezolano ‘El Nacional’.
Caro fue arrestado el pasado 26 de abril por agentes del SEBIN. Desde entonces, se desconocía su paradero. No ha tenido contacto ni con su defensa ni con su familia.
La detención de Caro, de Voluntad Popular, el partido político del autoproclamado “presidente encargado” de Venezuela, Juan Guidó, se enmarca en lo que este último ha calificado de “golpe al Parlamento”.
También han sido detenidos el jefe de despacho y amigo personal de Guaidó, Roberto Marrero, y el vicepresidente de la Asamblea Nacional, Edgar Zambrano.
Además, quince diputados han sido señalados por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), de los cuales varios se han recluido en embajadas extranjeras y uno ha huido a Colombia para evitar ser detenidos.
La mayoría de los diputados están acusados de participar de algún modo en los sucesos del 30 de abril, cuando Guaidó y un liberado Leopoldo López anunciaron que tenían el apoyo de “un grupo importante” de militares para derrocar al Gobierno de Nicolás Maduro.
La crisis política en Venezuela se agravó el 10 de enero, cuando Maduro decidió iniciar un segundo mandato que no reconocen ni la oposición ni gran parte de la comunidad internacional porque se basa en los resultados de unas elecciones presidenciales, las del 20 de mayo de 2018, que consideran fraudulentas.
En respuesta, Guaidó se declaró mandatario interino el 23 de enero con el triple objetivo de “cesar la usurpación”, crear un “gobierno de transición” y celebrar “elecciones libres”. Ha sido reconocido por Estados Unidos, la mayoría de los países latinoamericanos y muchos europeos, incluido España.
Sin embargo, a raíz de la asonada militar del 30 de abril la situación se ha complicado y Gobierno y oposición han accedido a mantener contactos exploratorios en Noruega con el propósito de reanudar un diálogo que se ha resistido estos seis años. De momento, no ha dado más resultado que el compromiso de las partes de seguir hablando.
Europa Press