El presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), Alejandro Domínguez, anunció este lunes su intención de poner en marcha el videoarbitraje en todas las fases de la próxima edición de la Copa Libertadores, que hasta ahora solo utiliza esta tecnología a partir de los octavos de final.
En un desayuno informativo con medios internacionales, el máximo representante del fútbol sudamericano aseguró que ve “inviable” que en la próxima edición de la competición continental “no haya VAR” desde la fase de grupos.
Domínguez reconoció que conoce las “limitaciones” que tienen en materia de infraestructura los estadios de algunos países participantes aunque afirmó que desde su equipo de trabajo no le han reportado “ningún inconveniente” para instaurar el VAR.
Además, el presidente de la Conmebol apostó por un modelo de “VAR centralizado” en el que las jugadas se revisen desde la propia sede de la organización en Luque (Paraguay), donde se está construyendo un edificio para albergar la sala técnica de los árbitros.
A preguntas de los periodistas, el secretario adjunto de la Conmebol, Gonzalo Belloso, afirmó que el promedio de interrupciones por la utilización del videoarbitraje es de “30 segundos”, lo que, a su juicio, es poco en comparación con los “saques de arco que llevan ocho minutos por partido o los laterales que llevan cinco”.
Sobre la puesta el marcha del videoarbitraje en las competiciones domésticas de los 10 países participantes, Domínguez explicó que no pueden “obligar ni exigir” a las ligas a su implementación.
Sin embargo, se mostró a favor de “generar asistencia” a cada uno de los países que lo necesiten a través de los fondos del Programa Evolución de la Conmebol para cubrir los gastos de capacitación y formación de los equipos arbitrales.
Más allá del sistema de videoarbitraje, el presidente de la Conmebol también recordó que se trabaja conjuntamente con los responsables de seguridad de los diez estados miembros para evitar que haya incidentes violentos como los que marcaron la pasada final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors.
Asimismo, negó que haya “ninguna propuesta” para que la final del campeonato continental se vuelva a jugar fuera de Sudamérica, ni de que desde la Conmebol lo estén ofertando a otros países.
Domínguez aprovechó la cita para hacer balance sobre la gestión del 2019, un año que la Conmebol ha cerrado un presupuesto récord de 500,7 millones de dólares anuales, condicionado por los ingresos que genera la Copa América de Brasil.
En ese sentido, apostó por seguir reinvirtiendo el dinero en la “profesionalización” del fútbol sudamericano para mejorar su “competitividad” con respecto a los torneos europeos.
En ese sentido, agregó que en la pasada temporada se alcanzó un récord de 5 millones de asistentes en los partidos de la Copa Libertadores y de la Sudamericana, así como más de 400 millones de espectadores a través de las retransmisiones televisivas.
El encuentro con los medios se ha producido horas antes de que se celebre la gala del sorteo de los octavos de final de la Libertadores y de la segunda ronda de la Sudamericana en las instalaciones de la Conmebol en Luque.
EFE