El mito de la recuperación de PDVSA. Por Eugenio Montoro
Los mitos son narraciones que tratan de explicar sucesos importantes y forman parte del sistema de creencias de un grupo social. Reemplazan a lo filosófico y a lo científico. En el pasado fueron hasta religión, como en el caso de la mitología griega, pero en la actualidad tiene un sesgo de patraña o falsedad.
Pueden ser, entre otras clasificaciones, cosmogónicos y explican como se creó el mundo, antropológicos sobre como se creó el hombre, fundacionales sobre como, por ejemplo, se creó Roma y hasta escatológicos que indican como será el fin del mundo.
Frente a la posibilidad de que Maduro y su régimen hagan aguas y comience un nuevo período en democracia en Venezuela, un grupo importante de ex petroleros se ha dado a la tarea de preparar planes para la recuperación de PDVSA. Este proceso, para muchas personas, está sustentado en un mito que en estas líneas comentamos.
Más o menos la narrativa del mito es así “PDVSA en 2002 era una empresa maravillosa y próspera manejada por petroleros azules. En 2002, los azules,hicieron un paro de protesta y los despidieron injustamente. PDVSA se volvió entonces roja rojita. Los gerentes rojos la manejaron muy mal y la empresa se vino abajo y está casi destruida. Ahora, con un nuevo gobierno,volverán los azules, que si saben cómo manejarla, y la recuperarán. Todo volverá a ser como antes y seremos felices y comeremos perdices”
El mito de “volver a ser como antes” no es factible por razones cronológicas, por razones funcionales y por razones económicas. Veamos.
La razón cronológica es obvia, todos los que pueden representar a la PDVSA azul del pasado tienen casi 20 años más de edad. Los antiguos gerentes del 2002 promediaban 50 años así que hoy están alrededor de los 70. Esto, si bien no limita su talento, si limitael tiempo de vigorosa dedicación que antes tenían.
Las razones funcionales son varias. Los 20 años rojos paralizaron uno de los pilares del buen funcionamiento y sustentabilidad de la PDVSA azul como lo eran los planes de desarrollo y las tablas de reemplazo. Este hecho hace irreproducible la PDVSA del pasado pues es como haber destruido una generación completa de relevo, es como haber eliminado los escalones de una segura escalera de ascensos por méritos y haber puesto, en su lugar,la cuerda roída deimprovisaciones para colocar a reemplazos mal preparados.
Otra razón funcional es la relativa al personal rojo actual. En caso de un cambio de gobierno miles de ellos permanecerán en sus puestos de trabajo y se convertirán en parte de la nueva PDVSA azul y grana. Todos ellos han sido formados con valores y costumbres rojas y aunque pueden ser paulatinamente cambiadas también ellos van acontribuir, hasta sin proponérselo, en modificar las usanzas azules. A diferencia del pasado azul, durante los años venideros los nuevos empleados no entrarán en una organización con conductas bien definidas que promovíanel aprendizaje hasta por simple imitación, sino en una organización en plena reflexión ética.
Las razones económicas también serán determinantes en el futuro de la nueva PDVSA. La falta de recursos propios empujará alos cambios de leyes y de estrategias para dar la bienvenida a nuevos socios privados, a nuevos esquemas de negocio y a la proliferación de asociaciones y empresas mixtas.
Así las cosas, la PDVSA del futuro tendrá nuevos colores y costumbres, menor rol operativo y más estratégico. La PDVSA azul estará presente en los miles de procedimientos técnicos y administrativos heredados, pero en lo demás será solo un buen recuerdo trocado en la añoranza de los viejos que insistirán en que “antes se hacían mejor las cosas”
El mito, como Júpiter, se irá desvaneciendo en la realidad, aunque esperamos que si se cumpla su epílogo. Que la nueva PDVSA nos ayude a salir de este atolladero económico y a ser muy felices, aunque, a falta de perdices, las debamos que reemplazar con algún otro plumífero tropical.
Eugenio Montoro / montoroe@yahoo.es