La ilusión del ascenso se apagó para Dorados. El equipo de Diego Maradona necesitaba ganar la revancha de la final del torneo Clausura del fútbol mexicano frente a Atlético San Luis, como visitante, después de empatar 1-1 el duelo de ida en Sinaloa. Pero la revancha quedó en manos del conjunto de San Luis Potosí por 1-0, con un gol en tiempo suplementario. Y, como también había ganado el torneo Apertura, se llevó de manera directa el único pasaje a la primera división.
Por segundo torneo consecutivo Maradona y sus Dorados perdieron la final ante Atlético San Luis, la filial mexicana del Atlético de Madrid, que al proclamarse bicampeón en el torneo Clausura-2019 logró el ascenso. Esta vez, luego del 0-0 en los 90 minutos de la revancha jugada en el estadio Alfonso Lastras, el duelo se resolvió en el suplementario a favor del equipo sanluisino con gol del defensa español Unai Bilbao en el minuto 103.
Tal como sucedió en otras ocasiones, Maradona tuvo un áspero recibimiento en San Luis Potosí, apenas se escuchó su nombre por los altavoces durante el anuncio de las alineaciones, casi 25 mil personas lo silbaron y abuchearon. Desde algunos sectores de la tribuna comenzaron a entonar el cántico insultante: «¡Se la come, Maradona se la come!», el mismo canto que en la final del torneo anterior hizo que el ex capitán del seleccionado argentino perdiera la paciencia y encarara a varios hinchas con los que se enfrentó a golpes.
El panorama tampoco fue el mejor durante todo el primer tiempo, en el que Dorados fue dominado ampliamente por el equipo rojiblanco, pero el equipo de Sinaloa consiguió resistir el cero, entre algunas imprecisiones del local y un par de buenas intervenciones del arquero argentino Gaspar Servio.
En la segunda parte el juego decayó ostensiblemente, porque San Luis atacó menos, Dorados ajustó un poco más las marcas, pero casi sin generar situaciones para desequilibrar. Así, la definición se extendió al suplementario. El único gol del encuentro llegó a través de Bilbao, que capitalizó un flojo despeje corto de Gaspar Servio tras un centro desde la izquierda.
El Atlético ganó así la eliminatoria con marcador global de 2-1, y además de coronarse invicto le puso fin a una racha de 14 partidos sin perder que tenían los Dorados de Maradona. En el conjunto potosino actúan varios jugadores surgidos de Argentina: Matías Catalán, Nicolás Ibáñez, Marcos Astina, Leandro Torres y Claudio Villagra, el único que anoche no ingresó.
San Luis ya había dado el primer paso hacia el ascenso al ganar el torneo Apertura, en diciembre pasado. En aquella instancia, los de Sinaloa ganaron por 1-0 el primer encuentro, y en el desquite llegaron a estar al frente por 1-0 y 2-1, pero San luis reaccionó, dio vuelta el resultado (3-2) y obligó a la disputa de un tiempo suplementario, tal como sucedió en el Clausura. Y en aquella ocasión, el gol que definió todo lo anotó Leandro Torres para el 4-2 definitivo. Esta vez, con menos goles pero con idéntica tensión, el resultado fue el mismo: victoria para Atlético San Luis y nueva frustración para Maradona.
Vale recordar que, tras aquella derrota, Maradona dejó México por varias semanas por cuestiones personales, incluida una operación a la que debió someterse. Regresó con Dorados sumergido en el fondo de la tabla de posiciones, y consiguió enderezar el timón del equipo a tiempo para llevarlo nuevamente a la liguilla, en la que se vio nuevamente lo mejor del equipo de Sinaloa. Pero no alcanzó para superar a un San Luis que coronó una gran campaña, sin derrotas en su camino al título.
La caída de Dorados incluyó no solo a Maradona, sino a varios argentinos que vieron frustradas sus ansias de llegar a la primera división del fútbol azteca. Entre ellos, el arquero Servio, Fernando Elizari y Fabián Bordagaray, titulares a lo largo del torneo. Ayer también entraron Gustavo Canto, Luis Jeréz Silva y Jorge Córdoba, mientras que Facundo Juárez no ingresó.
Con varios meses por delante hasta la reanudación del campeonato, habrá que esperar también para saber si Maradona continuará en Dorados, o el hecho de no haber podido lograr el ascenso lo impulsa a buscar otros horizontes.
La Nación