Hasta 70% de materia prima dejaron de recolectaren las unidades de producción los transportistas lácteos ante la acentuada escasez de combustible en Venezuela.
La cifra fue revelada por la Asociación de Transportistas Lácteos de la zona Sur del Lago, al occidente del país, al indicar que del promedio semanal de 70.000 litros, la cifra llegó a ubicarse entre 12.000 y 18.000 litros, al tiempo que en las manufactureras redujeron a su vez la pasteurización y elaboración de queso.
“Esta realidad nos lleva a pensar que si el déficit de gasolina se prolonga un mes más, este negocio y modo de vida que mantenemos en esta zona del estado Zulia va a desaparecer”, comentó Ruiter Urdaneta, presidente de Atranslago, una organización que a cuatro años de su establecimiento legal, agremia 114 conductores y unos 164 camiones con cavas donde almacenan leche cruda que luego despachan a empresas lácteas.
Buena parte de los alimentos derivados de la leche dejaron de producirse, según Urdaneta, quien dice que por “los cuatro costados”, padecen la etapa más dura de la crisis económica y desabastecimiento en Venezuela.
Afirmó que cada día conseguir combustible es más difícil. Algunos agremiados dijeron conseguir en 75.000 bolívares un bidón de 20 litros de la gasolina que ameritan sus unidades vehiculares.
A esto le sumó la ausencia y alto costo de los insumos del campo, como herbicidas, aceite para motor, gasoil para las plantas eléctricas –en caso de aquéllos que ameritan para enfriar la leche en cavas dentro de las haciendas-, así como el pago de sueldo, compra de comida para los trabajadores y demás retos que sortean a diario.
El padecimiento en una cola
Para Leopoldo Ballestero, otro transportista que necesita 80 litros de gasolina diarios para cubrir la ruta desde Santa Bárbara de Zulia hasta la parroquia El Moralito, el despacho de apenas 30 litros que autorizan los militares del Destacamento 115 de la GN es ”una burla”.
Agregó que el cuestionado Gobierno y las fuerzas de seguridad deben darla prioridad a los alimentos. Exigen el llenado de sus tanques según el límite diario del TAG (chip electrónico de expendio que implemento Pdvsa para controlar la distribución de gasolina).
Incluso, a diario padecen el hecho de ser denigrados en las colas. Después de haber marcado 80 unidades vehiculares les permiten el paso a solo tres “lecheros”, como les llaman en esa población occidental venezolana.
Declararon a El Pitazo que temen a que el lácteo transportado se venza y pierda calidad mientras esperan hasta cinco horas para abastecer combustible. “Muchos camioneros son rechazados al llegar a las plantas de leche, porque el producto perdió componentes esenciales para el procesamiento y deben venderla a menor precio en las queseras”, refirió Ballesteros.
Renzo Gutiérrez, de 52 años, afirmó que la situación es cada vez más dramática. Él solía transportar 6.000 litros de leche diariamente, pero su capacidad de respuesta a los parceleros es cada vez más difícil. Argumentó que en las fincas reina la incertidumbre porque además de no poder trabajar en el transporte, el productor deja de ordeñar y desestabilizar su faena.
Según el alcalde del municipio Colón, Blagdimir Labrador, jurisdicción con siete estaciones de servicios, el gobierno nacional a través de Petróleos de Venezuela, envió a la zona Sur del Lago desde Bajo Grande, municipio San Francisco, unas cinco gandolas con carburantes para paliar el déficit generado desde hace dos semanas en todo el país. Calificó de “productiva” la reunión con empresas y demás afectados.
El Pitazo