La población de Tucupita arriba este viernes 17 de mayo a más de cinco días sin el servicio de agua, debido al colapso de las bombas en la planta de tratamiento número 2 que abastece a más de 60 % de la población.
Las autoridades de Hidrodelta informaron en febrero sobre la reparación de dos generadores; sin embargo, pasados menos de 60 días, la población vuelve a quedar sin agua en casi toda Tucupita.
Mientras tanto, llueven los reclamos por la escasez total de agua en las comunidades adyacentes de la ciudad. Los moradores de Caigual, un caserío localizado a una hora de Tucupita, reclaman agua potable para la comunidad “puesto que los habitantes consumen agua estancada de laguna ante la falta permanente de agua potable”.
En su reclamo hacen énfasis en las enfermedades gastrointestinales que afectan a la población adulta e infantil. “La diarrea, vómito y las enfermedades digestivas hacen estragos, han muerto niños por consumir agua estancada de lagunas”, señala Aracelis Olivares.
Ante la escasez absoluta de agua, la población acude directamente al río Manamo, con la finalidad de abastecerse de agua para las necesidades básicas de la limpieza y el uso de los sanitarios y para el consumo directo, porque no todo el mundo tiene para comprar botellones, sostiene un afectado.
Con el problema de las carencias alimenticias, el costo de los productos básicos, la pérdida del poder adquisitivo, la falta de efectivo en los bancos, el problema de la comunicación y el desabastecimiento de gasolina, “el agua viene ser el quinto elemento que nos faltaba”, señaló una señora que se dirigía al río en busca de agua.
El Pitazo