El presidente de la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (Codevida), Francisco Valencia, recuerda que el 1 de junio de 2017 fueron suspendidos los programas de trasplantes y procura de órganos en Venezuela -cuando aún no existían las sanciones- y este hecho ha cobrado la vida de miles de pacientes que esperaban mejorar su calidad de vida.
La Fundación Venezolana de Donaciones y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células (Fundavene), organismo creado por el ministerio de Salud, emitió hace dos años un comunicado en el que anunciaban la suspensión -de manera temporal- de los programas dejando a más de 3.500 personas en lista de espera.
“Han pasado 730 días en los que han dejado en vilo a 3.500 personas que se encontraban en lista de espera, muchos de ellos aún tienen la oportunidad de vivir si logran ser trasplantados”, insiste Valencia.
Valencia indicó que “10.200 personas se encuentran en diálisis -de las 15.000 que estaban en lista- a la espera de recibir un trasplante, así como muchos niños esperan un trasplante de hígado”.
“Existe en el país una política de destrucción de los programas de trasplante en Venezuela, afectando a niños y adultos por igual, acabando con su calidad de vida y en muchos casos condenándolos a morir (…) Los convenios internacionales como el del trasplante de médula ósea que se ejecutaba en Italia también ha sido suspendido, causando daños irreparables a las familias de los niños que han muerto esperando que el Estado venezolano pague la deuda de (10 MM de Euros)”, asegura Valencia.
La Patilla