Al menos nueve personas murieron el lunes cuando las fuerzas de seguridad sudanesas atacaron un campamento de protesta en la capital del país, Jartum, disparando y prendiendo fuego a las carpas para desalojar el lugar, según testigos y organizadores de las manifestaciones. Los manifestantes llevaban varias semanas de sentada en un intento de presionar al Ejército para que cediera el poder.
En videos difundidos en internet durante la operación se veía a civiles corriendo por calles llenas de carpas, con la cabeza agachada mientras se oían disparos de fondo. Una humareda se alzaba desde la zona.
“Los heridos están en el suelo de la zona de recepción porque no hay camas suficientes”, dijo Azza al-Kamel, médico del hospital Royal Care, cercano a la zona donde habían acampado los manifestantes ante la sede del Ejército en la capital.
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Al menos nueve personas murieron y más de 200 resultaron heridas, muchos por armas de fuego, señaló el Comité de Médicos de Sudán.
Para el mediodía las fuerzas de seguridad controlaban casi todo el campamento, expulsando a los manifestantes y acordonando la zona de dos kilómetros cuadrados (casi una milla cuadrada), según manifestantes.
“Estamos fuera y no podemos entrar”, dijo Hisham Shalbi, un líder de las protestas. Solo quedaban unos pocos grupos de manifestantes en el lugar, señaló.
El lugar era el epicentro del movimiento de protestas en Sudán, que en un principio lograron forzar la destitución del veterano autócrata Omar al-Bashir el pasado abril.
Después de que el Ejército depusiera a Al-Bashir y tomara el poder, decenas de miles de manifestantes se quedaron en el campamento y en otros puntos de protestas, afirmando que no era suficiente con poner fin a los 30 años de gobierno de Al-Bashir y reclamando una rápida transición a un gobierno civil.
Líderes de las protestas y mandos militares negociaban la formación de un gobierno de transición. Los inconformes pedían una “representación militar limitada” en un consejo soberano que dirigiera el país durante su transición a un gobierno civil en tres años.
Los dos bandos están divididos sobre la composición y el mando de ese consejo, ya que los generales que gobiernan el país se niegan a ceder el poder.
La junta militar que gobierna el país confirmó choques entre tropas y manifestantes. El Ejército operaba en un punto cerca de la sentada que las autoridades consideraban problemático por supuesta actividad delictiva, afirmó en una comparecencia en televisión Shams al-Deen al-Kabashi, portavoz del consejo militar.
La gente que estaba en esa zona se había trasladado al área central de protesta, señaló, lo que había desencadenado los choques. No indicó si el Ejército pretendía disolver todo el campamento.
Los líderes de las protestas instaron a sus seguidores a acudir al lugar e hicieron una llamada a la desobediencia civil. Las embajadas de Estados Unidos y Gran Bretaña expresaron su preocupación por los reportes de ataques a civiles.
El Ejército intervino tras semanas de pulso con los manifestantes, que reclamaban una transición rápida a un gobierno civil tras la caída en abril del veterano autócrata Omar al-Bashir.
AP