Franklin Brito y PDVSA. Por Luis Barragan (@LuisBarraganL)

Tiempo atrás, al pasar por un rincón de la Plaza del BCV, nos parábamos, preguntábamos y observábamos a los huelguistas de hambre. Casi todos de considerable edad, esperaban por el reconocimiento y pago de sus prestaciones sociales.

Relegados a ese rincón de la plaza caraqueña, luego de fracasar frente a la sede vicepresidencia y, apenas, lograr un gesto efímero en las adyacencias de Miraflores, un número importante seguía considerándose chavista, salvo uno o dos de ellos que nos reconocieron como de oposición y confesaron que se trataba de un ardid para reivindicar sus derechos. Hasta las necesidades más elementales, las cumplían en un improvisado baño de cartón,  frecuentemente corrida la prensa por los llamados colectivos armados del sector, auxiliados – sobre todo – por los jóvenes de buena voluntad que chequeaban (para) medicamente a los huelguistas.

En una ocasión, sabiendo del encuentro de la prensa reprimida con los parlamentarios, los pdveseros llegaron hasta Pajaritos, la esquina cercada por la GNB. Aprovecharon la oportunidad para declarar y quejarse,  negando que fuesen guarimberos.

Sentimos una profunda tristeza,  ante la situación recordando la suerte de Franklin Brito, declarado en justisima huelga de hambre, muriendo ante la absoluta indiferencia y quizá burla de Chávez Frías y de los suyos. Ojalá – comentábamos – ninguna de las personas de la referida plaza muera en el intento, pero ya ocurrió recientemente y es de imaginar las dificultades para el propio sepelio.

Puede decirse que Brito estuvo en PDVSA,  aunque – he acá la diferencia – caracterizado por una claridad de convicciones, ejemplo para las nuevas generaciones, otra connotación y trascendencia hubiese dado los trabajadores de la plaza.  En todo caso, indolentes ante la muerte, preferiblemente ajena, los hombres y mujeres del poder usurpado dibujan una inmensa tragedia en la Venezuela actual, enfermando consciencias y corazones.

Luis Barragan / Diputado AN / @LuisBarraganL