La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó este viernes que la epidemia de ébola que azota a la República Democrática del Congo no constituye una amenaza internacional, pese a los casos confirmados en la vecina Uganda.
«El comité es de la opinión que el brote es una emergencia sanitaria en la República Democrática del Congo y en la región, pero no cumple con los criterios para una emergencia de salud pública de interés internacional», dijo el panel de la OMS en una declaración.
Esta agencia de Naciones Unidas ha declarado este tipo de emergencia solo en cuatro ocasiones: en 2009 por la gripe H1N1, en 2014 por la poliomielitis, en 2014 por la epidemia del Ébola que causó más de 11.300 muertos en tres países de África del Oeste (Liberia, Guinea, Sierra Leona) y en 2016 por el virus del Zika.
La reunión del comité de urgencia sobre la epidemia del Ébola, que reapareció en agosto en la República Democrática del Congo (RDC), estuvo presidida por el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien participó en el encuentro a distancia desde la RDC.
Según el reglamento sanitario de la OMS, este tipo de urgencia es «un evento extraordinario de salud pública del que se ha determinado que constituye un riesgo para la salud pública de otros Estados a causa de la propagación internacional de una enfermedad (…) y que pueda exigir una respuesta internacional coordinada».
En dos ocasiones, en octubre de 2018 y el pasado abril, la OMS renunció a declarar esta alerta sanitaria por el ébola en RDC, debido sobre todo porque la epidemia estaba limitada a un único país.
– Estado de alerta –
Uganda declaró el estado de alerta desde el inicio de la epidemia en agosto de 2018 en el este de RDC, donde se registraron más 2.100 enfermos, de los cuales 1.411 murieron.
El principal reto para las autoridades ugandesas frente a esta epidemia es la frontera de 875 km con la vecina RDC, cuya permeabilidad es muy difícil de controlar pese a los controles sanitarios.
«El mayor desafío (…) es la porosidad de la frontera, con personas que siguen entrando en el país sin pasar por las zonas donde se realizan las pruebas, ya que se han puesto en marcha controles en varios puntos de entrada pero no en todos», declaró a la AFP Josephine Okwera, de la Cruz Roja.
Esta semana, en Uganda, el virus del Ébola se cobró la vida de sus dos primeras víctimas –un niño de cinco años y su abuela– que habían viajado recientemente a RDC para asistir al entierro de un familiar fallecido de ébola. Ambos murieron en el distrito de Kasese, fronterizo con la RDC.
Una parte de esta familia volvió a Uganda, donde fueron puestos en cuarentena, después de diagnosticar la contaminación al niño de cinco años, a su hermano de tres y a su abuela, de 50.
El virus se transmite entre los seres humanos por contacto con animales infectados (en general al descuartizarlos, cocinándolos o comiéndolos), o con líquidos biológicos de personas infectadas.
El país ya sufrió otras epidemias del Ébola: la más reciente fue en 2012, y en el 2000 un total de 200 personas murieron en el norte del país debido al virus.
En RDC, la epidemia actual es la décima desde 1976 y la segunda más grave en la historia de la enfermedad, después de la que golpeó África del Oeste en 2014-2016.
Al contrario que en aquella época, las autoridades disponen hoy en día de una nueva arma contra el virus: una vacuna experimental, considerada eficaz según la OMS.
AFP