El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, admitió que «el dilema» de EE.UU. de «mantener unida a la oposición venezolana resultó ser diabólicamente difícil», según un audio obtenido por The Washington Post.
Según el rotativo estadounidense, el funcionario detalló que en la oposición de Venezuela hay «más de cuarenta personas» que se creen «legítimas» sucesoras del presidente Nicolás Maduro, en un hipotético escenario de salida del poder del mandatario venezolano.
«En el momento en que Maduro se vaya, todos levantarán la mano y [dirán]: ‘Llévame, soy el próximo presidente de Venezuela'», dijo Pompeo durante una reunión que sostuvo la semana pasada con líderes judíos.
Pompeo expresó también que mantener la cohesión opositora es un problema para él desde el día en que se convirtió en director de la CIA. Para resolver esa traba, el funcionario explicó que desde la Administración de Donald Trump intentan apoyar a instituciones religiosas para «quela oposición se uniera «.
«Liderazgo tenue»
De igual forma, el Pompeo aseveró que a EE.UU. le ha «llevado mucho tiempo» consolidar un apoyo dentro de las filas opositoras entorno al diputado opositor Juan Guaigó, a quien Washington reconoce como «presidente encargado» de Venezuela.
No obstante, el funcionario confesó que la situación con el parlamentario «sigue siendo tenue».
Las declaraciones de Pompeo llega cuando los diversos factores de la oposición venezolana han manifestado públicamente sus diferencias, sobre todo después de efectuarse la segunda ronda de conversaciones en Noruega entre el Gobierno venezolano y los enviados de Guaidó.
En ese contexto, las nuevas grietas en la oposición venezolana se focalizan en la disyuntiva de apoyar o no unos eventuales comicios, e incluso en impulsar o desestimar el proceso de diálogo en Oslo, donde las partes han demostrado su «voluntad de avanzar» en la búsqueda de una solución a la crisis, que justamente incluye «asuntos electorales», según refirió el Gobierno de Noruega en un comunicado.
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