El alcalde Metropolitano de Caracas en el exilio, Antonio Ledezma, afirmó que Nicolás Maduro es la persona encargada de designar, dar instrucciones y hacer seguimiento de las Fuerzas Armadas y demás cuerpos de seguridad del estado, por lo tanto, es el responsable directo de la muerte del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo. Agrega que Antes de morir el militar asesinado sólo tenía fuerzas para pedir auxilio. Es otro crimen de lesa humanidad que se le suma a la larga lista por la cual sin ninguna duda, será condenado por la Corte Penal Internacional, insistió.
Esta Acusación la realizó Ledezma una transmisión en vivo a través de sus redes sociales, agregando que se hay tres requisitos básicos que acusan directamente Nicolás. Primero que el detenido estaba en manos de oficiales de las fuerzas del Estado, segundo el detenido se encontraba en custodia de una organización pública y tercero que el Estado no protegió al detenido como lo establecen la Constitución Nacional y las normas internacionales que garantizan los Derechos Humanos de un detenido, sino Acosta Arévalo llegó hasta los médicos con sólo las últimas fuerzas para pronunciar las palabras: Auxilio.
El alcalde Ledezma insiste que el capitán mientras estuvo en la sede del DGCIM sufrió actos de torturas habituales de los esbirros de Nicolás Maduro, como son el electroshock en las partes íntimas, ahogamiento al sumergirlo en cubetas de agua por largo rato y la asfixia a través de bolsas con insecticida. Ledezma asegura esa actuación confirma la ideología de Maduro cuando en sus discursos políticos dice que le arrancarán las cabezas a quienes estén en contra, que lo de ellos una revolución armada, cada vez que hace un llamado a los colectivos y grupos paramilitares armados para que salgan a la calle, precisó.
En ese mismo orden descartó que el futuro de Venezuela pase por unas falsas elecciones, porque eso sería estar como unos niños peleando por los juguetes de una piñata, cuando no hay piñata. Considera que para sacar a Nicolás Maduro del poder, es básico que se cierren las tareas de diálogo tanto en Noruega como en Barbados, ya que sólo han servido para dar oxígeno al régimen chavista. Asegura seguir apostando en una intervención internacional humanitaria, que no sería una guerra como afirman algunos sino una intervención con métodos modernos para desarticular todos los grupos armados que mantienen a Nicolás en el poder y terminar con la usurpación.
Nota de prensa