Sin títulos mundiales ni continentales desde Venezuela-2007, el equipo que dirige Tite, que trató de devolverle el ‘jogo bonito’ aunque sólo se vio a pinceladas durante el torneo, levantó la Copa América-2019, la novena de su historia, y sin su máxima estrella Neymar, que tuvo que verlo como un espectador de lujo tras sufrir una lesión en un partido preparatorio.
“Sin Neymar fue complicado, porque es un jugador de mucho talento, pero que también aporta mucho en lo colectivo. Era importante ganar para demostrar la fortaleza del grupo”, admitió tras el partido el arquero Alisson, uno de los artífices del título tras recibir un solo gol en todo el torneo, en la final contra Perú (3-1) con un penal transformado por Paolo Guerrero.
“A veces él se lleva la atención y quedamos un poco de lado… pero es un jugador muy querido”, remachó.
En días en los que se habla de una posible vuelta del ‘menino’ al Barcelona, Lionel Messi, que volvería a ser su compañero de vestuario en el Camp Nou, fue el protagonista de los últimos días del torneo.
Y a diferencia de lo que suele ser habitual en Barcelona, no lo fue por lo que hizo en el césped, sino por lo que declaró ante los periodistas, recordando los tiempos en los que Diego Maradona no dejaba títere con cabeza en la FIFA.
La Pulga se encendió tras perder la semifinal contra Brasil (2-0), en un partido en el que la Albiceleste reclamó dos penales que no fueron ni revisados por el VAR, y explotó tras ser expulsado el sábado en el choque por el tercer puesto contra Chile, por un encontronazo con Gary Medel.
“Nosotros no tenemos que ser parte de esta corrupción, de esta falta de respeto que se nos hizo en esta Copa”, declaró Messi, que no acudió a la ceremonia en la que los argentinos recibieron una medalla por su tercer puesto.
Y Messi, que destacó más en esta Copa por cantar el himno, por sus dotes de liderato y por sus declaraciones ‘maradonianas’, que por su juego, sentenció: “La Copa está armada para Brasil”.
Horas después la Conmebol calificó de “inaceptables” e “infundadas” estas acusaciones, pero la palabras de Messi habían llegado ya a todos los rincones del mundo.
“Messi tiene que tener respeto y aceptar cuando es vencido”, le respondió el seleccionador brasileño, Tite, tras ganar la Copa América.
Messi no fue la única estrella que pasó por el torneo sin brillar como todo el mundo esperaba: ni los uruguayos Edinson Cavani y Luis Suárez, ni los chilenos Alexis Sánchez y Arturo Vidal, ni el brasileño Philippe Coutinho, ni los colombianos Radamel Falcao y James Rodríguez… ni tan sólo el joven Takefusa Kubo, flamante nuevo jugador del Real Madrid, al que conocen como el ‘Messi japonés’ y que sí se pareció al Leo… de la Albiceleste.
La falta de jugadores destacados se reflejó en los premios individuales: el mejor jugador de la final fue el joven Everton, uno de los pocos brasileños que sigue jugando en su país, y el mejor del torneo fue para Dani Alves, lateral derecho de 36 años y ¡que no tiene equipo!
No obstante, todo el respeto para el exjugador de Sevilla, Barcelona, Juventus y París SG, que levantó el 40º trofeo de su carrera, siendo el futbolista más laureado de su historia.
A la celebración por el título, aún en el césped del Maracaná, se unió el polémico presidente Jair Bolsonaro, que se dejó fotografiar y grabar con la copa en las manos, rodeado de los jugadores de la Seleçao, algunos de los cuales le recibieron al grito de “¡Mito! ¡Mito”, que es como le llaman sus seguidores al político ultraderechista.
Fue un torneo que destacó por las polémicas creadas por el VAR, las críticas de los protagonistas al mal estado de los gramados y las gradas semivacías en los estadios en muchos de los partidos disputados.
La media final de 34.500 espectadores por juego queda muy lejos del promedio de 46.000 de la Copa América Centenario, organizada en 2016 en Estados Unidos.
El torneo tampoco pasará a la historia como el mejor en cuanto a fútbol. Algunos destellos de calidad y poco más. El partido más entretenido fue, curiosamente, el que menos tenía en juego, el que disputaron Argentina y Chile a regañadientes tras quedarse fuera de la final.
Para muestra los cuartos de final: tres de los cuatro semifinalistas (Brasil, Perú y Chile) lograron el pase en los penales tras acabar sus respectivos partidos 0-0.
Y para colmo, el reinado de Brasil podría ser uno de los más breves de la historia, ya que la Copa América volverá a celebrarse dentro de un año para hacerlo coincidir con la Eurocopa.
Se habrán disputado entonces cuatro ediciones del torneo de selecciones más antiguo del mundo en apenas cinco años y teniendo en cuenta que también se disputarán las clasificatorias para el Mundial de Catar-2022, en las que juegan todos contra todos, los aficionados corren el riesgo de saturarse.
Hasta entonces, la duda ahora es saber si Messi podrá disputar la próxima Copa América que organizarán conjuntamente Colombia y Argentina.
Fuentes de la Conmebol señalaron a la AFP que esta misma semana podría conocerse si el delantero es sancionado por sus acusaciones.
AFP