Colombia ofreció este jueves una recompensa equivalente a cerca de un millón de dólares por Jesús Santrich, exjefe FARC buscado por presunto narcotráfico, y que pudo haber huido a Venezuela según el gobierno.
El general de la policía Óscar Atehortua anunció en Twitter una «recompensa de hasta 3.000 millones de pesos» por quien dé información que permita capturar a Seuxis Paucias Hernández -nombre legal de Santrich-.
Más temprano, el presidente Iván Duque dijo que el congresista y exnegociador de la disuelta guerrilla FARC pudo haber huido a Venezuela, reseñó AFP.
«Esa probabilidad es real porque está cerca de la zona donde él huyó y nosotros estamos monitoreando esto con todas las autoridades», agregó el mandatario en una entrevista a la Emisora Atlántico de la ciudad de Barranquilla (norte).
De 52 años y con aguda deficiencia visual, Santrich pasó a ser uno de los hombres más buscados del país tras incumplir el martes una diligencia de indagatoria por el presunto intento de traficar cocaína después de haber firmado la paz en 2016.
La Corte Suprema ordenó su captura y pidió a la policía internacional (Interpol) emitir una circular roja para su ubicación y arresto con fines de extradición.
Santrich abandonó su esquema de seguridad el 30 de junio. Fue visto por última vez en una zona de reincorporación de excombatientes en el norte de Colombia, lo cual alimentó sospechas sobre su paso a Venezuela.
«Ningún país puede darle protección (…) y si hay alguno que le esté dando protección, lo vamos a denunciar internacionalmente», advirtió Duque.
El miércoles, el ministro de Defensa, Guillermo Botero, afirmó que desconocía el paradero del exjefe rebelde.
El gobierno de Duque, que encabeza la presión diplomática sobre el gobierno de Nicolás Maduro, denuncia que cientos de rebeldes del ELN – la última guerrilla activa de Colombia – se refugian del lado venezolano de la frontera con la complicidad de autoridades de Caracas.
Capturado en abril de 2018 con fines de extradición a Estados Unidos, Santrich fue liberado en mayo por orden de la Corte Suprema y asumió su expediente. El exguerrillero ejerció por semanas como congresista, en virtud del acuerdo de paz que le concede diez escaños al ahora partido FARC.
Santrich siempre alegó que era inocente y que las acusaciones respondían a un complot de Estados Unidos y la fiscalía colombiana para torpedear la implementación del pacto que puso fin a medio siglo de conflicto.