El cadáver del capitán Rafael Ramón Acosta Arévalo (50) presentó al menos 38 lesiones, donde 30 fueron en la parte frontal y 8 en el dorso, según dio a conocer el periodista de Últimas Noticias, Eligio Rojas, en una imagen compartida en su Twitter del acta post mortem que le realizó la División de Investigaciones de Homicidio del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
Este examen fue llevado a cabo por la directora del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), Sinue Villalobos, junto con otros forenses que determinaron, entre otras cosas, que el cuerpo del capitán de corbeta que falleció en custodia de funcionarios de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim), presentó contusiones, escoriaciones, quemaduras, fractura y hematomas.
Se aprecia en el documento que hubo contusiones equimóticas en la fosa nasal, en el labio inferior de la boca, en el hombro izquierdo, en el codo izquierdo, en la cadera izquierda, así como hematomas en la cara lateral de la pierna izquierda.
Esto además de múltiples escoriaciones, que es el resultado del roce de la piel con un objeto de manera continua. También, en sus manos, se identificó cianosis lineal, que es cuando la piel se colora en azul, debido a la oxigenación deficiente en la sangre o problemas con el tracto respiratorio.
Eligio Rojas ya había compartido un extracto de este documento, donde dejó saber que la causa de muerte del capitán Acosta Arévalo fue por un «edema cerebral severo debido a insuficiencia respiratoria aguda, debido a rabdomiolisis por politraumatismo generalizado».
El capitán de corbeta, ahora ascendido a capitán de fragata, Rafael Acosta Arévalo, falleció el pasado 29 de junio, luego de estar recluido en la sede del Dgcim en Boleíta, por su supuesta vinculación con el presunto “intento de golpe” contra el gobierno socialista de Nicolás Maduro.
Acosta Arévalo, cuenta su abogado, Alonso Medina Roa, fue traslado desde la Fiscalía General Militar hacia el hospitalito, en el Fuerte Tiuna y éste, con ojos desorbitados, le pidió ayuda, asegurando que había sido víctima de torturas por parte de los funcionarios.
Hasta el momento, dos efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) adscritos al cuerpo castrense de inteligencia han sido detenidos en imputados por el Ministerio Público en manos del fiscal general impuesto por la oficialista Asamblea Nacional Constituyente, bajo el delito de “homicidio concausal preterintencional”.
Por esta razón, diversas representaciones de la comunidad internacional han exigido al gobierno de Maduro una investigación imparcial e independiente. Incluso, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, cuestionó que no hayan sido incluidas las alegaciones de tortura en los cargos de los hoy imputados.
Acosta Arévalo vendría a ser el segundo detenido por razones políticas que fallece bajo custodia de los organismos de seguridad del Estado. El primero fue Fernando Albán, concejal de Primero Justicia, quien, según el gobierno, se “suicidó” desde el piso 10 del Sebin en Plaza Venezuela el 8 de octubre de 2018. No obstante, la oposición afirma que fue asesinado producto de torturas.
El Universal