La ONU informó que más de 12.000 niños fueron asesinados o sufrieron amputaciones en 2018 en conflictos armados, «el número más alto» desde 2005, advirtió la representante especial del secretario general de Naciones Unidas para la Infancia y los Conflictos Armados, Virginia Gamba.
La responsable de la ONU también subrayó, en una rueda de prensa en Nueva York, que el número de violaciones graves de los derechos de los niños reportadas el año pasado es la cifra más alta, con 24.000 casos, frente a las 21.000 del año pasado.
La representante argentina insistió en la gravedad de la situación y apuntó que debido a la dificultad de trabajar en esos escenarios y al reducido tamaño de los equipos, calculaba que su agencia solo puede «verificar el 30 por ciento» de las violaciones que tienen lugar.
«Creo que es un 30 por ciento lo que estamos verificando en este momento y lo que tenemos la posibilidad de hacer. Necesitamos más recursos», insistió.
Para Gamba, de los 20 países recogidos en el informe anual, la peor situación se está viviendo en Somalia.
«La única situación en la que todas las cifras son muy altas en todas las violaciones es en Somalia», dijo antes de hacer un llamamiento para prestar atención a lo que ocurre en este país del cuerno de África y a que terceras partes puedan interceder para conseguir compromisos de los grupos enfrentados.
En este sentido, subrayó que el año pasado, los grupos armados somalíes reclutaron 2.300 niños y 375 se encontraban en centros de detención.
Por otra parte, la responsable de la ONU también advirtió de una cada vez mayor destrucción de escuelas en el mundo por todas las partes implicadas en los diversos conflictos, lo que achacó a una nueva estrategia de guerra para reducir las opciones de los menores.
«Creo que es una táctica. Si destruyes colegios estás destruyendo oportunidades y para las niñas (la educación) es fundamental», dijo Gamba, que hizo hincapié en que la paz es el único camino para poner fin a todas estas situaciones.
En concreto, citó la situación de Mali, donde según la representante de la ONU, los ataques contra centros educativos se han doblado.
Asimismo, quiso llamar la atención a que, por primera vez, el informe ha recogido el número de niños soldados que han sido liberados por los grupos armados.
En total, estos grupos han dejado que 13.600 niños recuperen su vida civil, lo que para Gamba es una gran mejora, que junto a la reducción en el número de reclutamientos «abre un espacio a la esperanza».
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, se mostró «descorazonado» por el aumento de las transgresiones graves contra niños y niñas.
EFE