Ya suman dos semanas desde que Ivan Simonovis se escapó y está fuera del país. Sin embargo, todavía no se ha manifestado nadie en el régimen de Nicolás Maduro sobre el evento.
La razón de este silencio tiene dos opciones: ocultar la humillación que conlleva a que el preso político de más importancia se halla escapado i debido a la gran cantidad de información que Simonovis pudo cargar y llevarse.
En las dos semanas que lleva en libertad, ha sostenido reuniones con los senadores Marco Rubio y Mario Díaz-Balart. Pero también con agentes del FBI, la CIA y la DEA. Y se reunirá con miembros de la Dirección Nacional de Inteligencia de Colombia para entregar información relevante sobre el ELN.
“He seguido en permanente contacto con gente de inteligencia, y la prueba es que ellos me ayudaron a huir. Los que me ayudaron a salir están en tu entorno, al lado tuyo, militares activos, policías activos, prepárense, porque estoy calentando el brazo”, ha dicho Simonovis en declaraciones frente a los medios.
Primero se refirió a un documento que prueba que el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, iba a participar en el fallido intento de sacar a Maduro del Palacio de Miraflores el 30 abril. Según Simonovis, también está firmado por Maikel Moreno, presidente del Tribunal Supremo de Justicia, y si sale a la luz podría terminar rompiendo la frágil cohesión en las fuerzas militares venezolanas.
“Traigo detalles que afectan a Maduro y su círculo más cercano. Es información que, luego, las autoridades deben decidir si amerita presentar cargos o sanciones”, ha añadido.
El Nacional