El Vaticano dijo el martes que abrirá dos tumbas en un pequeño cementerio en sus terrenos y analizará el ADN de unos huesos para ayudar a resolver la desaparición hace 36 años de una adolescente hija de un trabajador de la Santa Sede.
Un comunicado indicó que las tumbas en el Cementerio Teutónico, con siglos de antigüedad, serán abiertas el 11 de julio en presencia de representantes de la familia de Emanuela Orlandi, después de que la familia recibió una pista anónima que indicó que podría estar enterrada allí.
La desaparición en 1983 de Orlandi, con 15 años entonces, es uno de los misterios modernos de más larga duración en la sede central de la Iglesia Católica y ha sido objeto de numerosas especulaciones por los medios italianos.
Teorías no demostradas a lo largo de las décadas se han referido tanto a un posible intento de garantizar la libertad de un hombre encarcelado por intentar asesinar al Papa Juan Pablo II como a una conexión con la tumba de Enrico de Pedis, un mafioso enterrado en una basílica de Roma. Su tumba fue abierta en 2012, pero no se reveló nada.
El año pasado, huesos encontrados durante trabajos de excavación en la embajada vaticana en Roma provocaron un frenesí en los medios italianos, que sugirieron que podrían pertenecer a Orlandi o a Mirella Gregori, otra adolescente que desapareció el mismo año. Las pruebas de ADN fueron negativas.
La familia Orlandi recibió más tarde una carta anónima que asegura que Emanuela podría estar enterrada en el Cementerio Teutónico, un pequeño enterramiento en los terrenos del Vaticano usado durante siglos para dar sepultura sobre todo a figuras eclesiásticas de origen alemán o austriaco.
Cuando desapareció, la policía no excluyó la posibilidad de que pudiera haber sido raptada y asesinada por razones sin conexión con el Vaticano o que hubiera sido víctima de trata de mujeres con fines sexuales. Ahora tendría 51 años.
Laura Sgro, abogada de la familia Orlandi, dijo que la familia está agradecida por la decisión de abrir las tumbas.
Reuters