Un año se cumple, este sábado 17 de agosto, del último “paquete” de medidas “salvavidas” que anunció el presidente Nicolás Maduro para tratar de reflotar la economía nacional y que para ese entonces mostraba que ya se encontraba en “terapia intensiva”.
A manera de resumen, el mandatario nacional, en cadena nacional, realizó una serie de anuncios en materia económica, en el marco de la reconversión monetaria, para reactivar el aparato productivo nacional, además de tratar de mitigar en el bolsillo de la población el “fantasma” de la hiperinflación.
Estas fueron las principales medidas de esa noche:
Sueldo y «petro»
El valor del bolívar en relación a la cripto-moneda “Petro” fue el principal punto que encabezó los anuncios de Maduro. Anunció que un petro tendría un valor “oscilante” de $ 60 (el precio de un barril petrolero para ese entonces). A esto agregó que la criptomoneda estaría anclada al salario mínimo y que un petro tendría un valor de 3.600 bolívares soberanos.
Nuevo salario mínimo
Junto con la medida anterior, Maduro fijó “el salario mínimo, las pensiones, y la base de salario para todas las tablas del país” en 1.800 bolívares soberanos, recalcando que su valor sería de medio petro.
Otro sistema cambiario
El presidente de la República recalcó, ese día, que “vamos hacia un nuevo sistema cambiario”. Indicó que se establecería “un solo tipo de cambio fluctuante anclado al petro”. Maduro añadió al punto anunciando que se elevaría la frecuencia de las subastas Dicom a tres por semana, con la meta de llegar a cinco subastas por semana.
Bonos y asignación diferencial
En su alocución, el Jefe de Estado explicó que el Gobierno seguiría la política de asignación de los “bonos de la patria” a la población vulnerable y para compensar la elevada inflación. Igualmente, propuso que el Ejecutivo asumiría el diferencial “de la nómina salarial de toda la pequeña y mediana industria y de sectores privados” durante 90 días.
Cero emisión de dinero inorgánico
Otros de los anuncios en materia fiscal fueron los siguientes: Aumento del IVA en 4 puntos porcentuales, de un 12% a un 16%, de todos los bienes suntuarios, manteniendo las exenciones de bienes y servicios esenciales. El Islr establece el pago de anticipos del 1% sobre las ventas diarias de los contribuyentes especiales. Se fijó un impuesto a las “grandes transacciones financieras”.
Nuevo precio de la gasolina
Maduro también autorizó la creación de un subsidio para la gasolina y “directo a las personas”. Anunció un nuevo sistema de cobro y subsidio el cual comenzaría a aplicarse “de manera gradual, estado por estado”. También expresó que llevaría el valor del carburante “a precio internacional” para eliminar las mafias del contrabando en los estados fronterizos, además de las largas colas en las estaciones de servicio.
Moderno sistema de precios “anclados”
Maduro explicó que se aprobaría “un nuevo sistema de precios (…) anclados al petro” llamado Plan 50 y que estaría relacionado con los productos de la cesta básica. La solicitud se la hizo al Tareck El Aissami, vicepresidente económico y Wilmar Castro Soteldo, ministro para la Agricultura Productiva y Tierras y los exhortó a reunirse con los sectores productivos del país.
Ahora, un año después….
Expertos consultados indicaron que a un año del “paquete de medidas”, la economía nacional sigue sin dar muestras de recuperación y con indicadores que siguen en “rojo” y más aún, luego de la aplicación de nuevas sanciones por parte del gobierno estadounidense de Donald Trump.
Auguran que en los restantes meses que quedan de 2019, el deterioro va a seguir profundizándose si el Ejecutivo sigue sin tomar medidas estructurales, profundas y si no se produce un acuerdo político entre el oficialismo y la oposición, luego de los últimos intentos en Noruega y la isla de Barbados.
El economista Carlos Javier Maldonado apuntó que “las medidas de Maduro tuvieron un efecto nulo y eso se evidencia en la grave crisis económica que aún se sigue viviendo. Tenemos un dólar paralelo disparado, los sectores productivos paralizados, una inflación galopante y un petro que no resolvió para nada los problemas del país, todavía sigue siendo cúal es el mecanismo lógico para fijar su precio, que ya tiene varios meses estático a pesar que los precios del crudo han subido”.
“El actual salario mínimo apenas equivale a 3,5 dólares, el más bajo de toda América Latina, la hiperinflación sigue sin ceder espacios y aquí en el país el fenómeno de la dolarización agarró impulso y nadie lo puede parar. El gobierno sigue con la política de subir el dólar oficial (de las mesas de cambio) tratando de alcanzar al paralelo, causando un grave daño a nuestra moneda”, apuntó.
El economista Asdrúbal Oliveros apuntó que “la economía está hundida y necesita divisas. Sin divisas la capacidad de recuperación es limitada, con poco margen. No tienes liquidez externa y capacidad de generarla, la segunda fallas es la estructura de las sanciones de EE UU y muchos países no quieren trabajar con Venezuela. Por últimos, los agentes económicos no creen que la cosa se esté resolviendo y la percepción de precios a futuro es elevada”.
El economista y exministro, Rodrigo Cabezas, en un artículo personal, asegura que Venezuela vive en la actualidad “la recesión más prolongada, profunda, generalizada y devastadora socialmente de nuestra historia económica”.
“El hecho económico de producir menos que el año anterior, destruir acervo de capital, tener menos oportunidades de empleo productivo y, por tanto, menor riqueza que distribuir socialmente, comenzó en el año 2014 (-3.9% del PIB) y no se ha detenido en lo que va de año. Son seis años de recesión, es la más prolongada. Entre 2014 y 2018 se inutilizó el 52% del cuerpo económico venezolano. Nunca antes habíamos llegado a una cifra de esta magnitud, que es más propia de economías sometidas a guerras militares convencionales. Es la recesión más profunda”, asegura el economista y también docente universitario.
Cabezas asegura que existen pocas salidas para salir de la espiral de la hiperinflación, fenómeno que sigue golpeando a los venezolanos. “Ésta, la anomalía más grave del orden capitalista, al paralizar el mecanismo de los precios, destruye el salario real (reforzando la caída del consumo), la inversión privada (por la constante reposición de costos) y el gasto público (al eliminar su efecto reactivador). El gobierno nacional creó la hiperinflación, reforzó sus causas en todos estos años y no sabe cómo tratarla. Sus dos raíces claras son: una política fiscal que extralimitó la monetización del déficit desde el Banco Central de Venezuela con un agigantado, irresponsable y, jamás observado, desborde de los agregados monetarios (…). La otra raíz, la política cambiaria, no corrigió el inexplicable diferencial cambiario, destruyendo la estructura de costos”.
En el mismo ámbito se sigue sin concretar estrategias para evitar el drástico descenso de la producción petrolera nacional que hoy apenas ronda los 500.000 barriles. A esto se le suma, nuevas sanciones financieras para Pdvsa y que tienen un serio impacto sobre las importaciones de bienes, la inversión extranjera y el acceso a los mercados globales.
El presidente Donald Trump ordenó, recientemente, otra larga lista de medidas restrictivas del comercio petrolero con Venezuela y que afectan directamente a Pdvsa y sus socios comerciales en todo el mundo.
“Venezuela ya se enrumba a llegar a producir un mínimo de 300.000 barriles/día. El deterioro de las refinerías, la falta de inversiones y la presión de Estados Unidos hacia los socios de Pdvsa le están dando un fuerte golpe a las finanzas de Venezuela. La actividad petrolera es la principal fuente de oxígeno financiero y ese tanque ya está quedando vacío. Maduro ha prometido que el país retomará la producción a 2 millones de b/d, pero creo que es casi imposible de cumplir”, opinó el analista del sector, José Sangronis.
Sobre la estabilidad del “tipo de cambio” el rumbo es incierto e impredecible, a pesar que el Jefe de Estado prometió hace un año el fin del “dólar negro” y la estabilidad en la asignación de divisas oficiales a los sectores productivos.
Días atrás, el economista y presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, aseguró en su cuenta en twitter que en la actualidad es casi imposible proyectar el valor del tipo de cambio en Venezuela.
“No hay forma de proyectar el tipo de cambio al cierre del año. Cualquier estimado puede acertar, siempre que sea mucho más elevado que el actual. Es imposible estabilizar la moneda sin equilibrar la economía y recuperar confianza. Y ambas necesitan un cambio profundo en el país”, dijo en un mensaje en su cuenta @luisvicenteleon.
Agregó que “la economía es un río rebelde y cuando intentas desviarlo con palos y piedras sueltas, puedes lograrlo por un rato (y hasta celebrar tu éxito), pero más temprano o más tarde arrasa con todo. Es absolutamente inevitable”.
Vicente León insistió, además, que “la moneda es fiduciaria. Su valor depende de la confianza. Los tenedores de capital no confían en el gobierno, ni sus autoridades monetarias. Los agentes económicos no confían en el modelo. Los productores, proveedores y consumidores no confían en la moneda. ¿Cuál es el valor del bolívar?”.
La emisión de dinero inorgánico es otra tarea pendiente en 2019. La liquidez monetaria aumentó 19,98% durante el mes de julio y ya está por encima de los Bs. 10 billones, según datos de Banca y Negocios.
“Evidentemente, la costumbre de emitir dinero inorgánico, por parte de las autoridades monetarias, sigue gozando de muy buena salud, aunque con una velocidad mucho más baja que durante el año pasado. En los primeros siete meses de 2019, la liquidez se incrementó 954%, mientras en el mismo lapso de 2018 el aumento fue de 2.200,74%”, señaló el portal especializado en economía y finanzas.
Asimismo, las importaciones acumuladas de Venezuela al cierre del primer semestre ascendieron a un mínimo de 2.986 millones de dólares, cifra que representa una severa contracción de 58% con respecto al mismo período del año pasado, según estimó la firma Aristimuño Herrera & Asociados.
Por otro lado, la instauración de nuevos impuestos también “asfixian” a los comerciantes, como han venido denunciando representantes de Consecomercio y Fedecámaras.
Desde el sector comercial, los empresarios siguen pidiendo reglas claras y un escenario económico más estables para seguir apostando por el país.
El presidente de de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), Adán Celis, lamentó, días atrás, que la “crítica situación” para el sector empresarial se mantenga en el país y advirtió que de continuar las actuales políticas económicas estarían cerrando la mitad de las 2 mil 600 empresas que permanecen abiertas.
En su opinión, la situación no mejorará mientras el gobierno no de señales firmes de un cambio de rumbo económico basado en un marco legal firme “que de verdad está dispuesto a hacer un viraje en materia económica”.
Aseguró que si se concretara un verdadero cambio de política económica basada en la confianza “muchos empresarios e inversores tanto nacionales como extranjeros apostarían por la recuperación del país. Necesitamos un marco legal que garantice al inversor, que tenga seguridad, que sepa a qué atenerse, aquí los cambios en política económica se producen día a día, eso no puede ser, un inversor debe tener reglas de juego para invertir.
“Esto lo que hace es no lograr impulsar nuevas empresas, nuevos emprendimientos, hay impuestos que están cobrando a empresas que están sin producir ningún tipo de renta, eso está aumentando la mortandad de empresas, y habrá menos empresas y producción”, dijo Celis en una entrevista.
Luis Vicente León afirmó, a la BBC, que en 2019 “hay una apertura y una sinceración de la economía, que era lo que todo el mundo llevaba años reclamando”. Según él, se trató de acabar con las regulaciones que la distorsionaban y permitir que sea la realidad, o sea el mercado, quien fije los precios y el tipo de cambio.
Aunque León cree que el gobierno actúa ahora solo forzado por las circunstancias. “Ya no puede alterar artificialmente el valor de las divisas y como ya no tiene capacidad para importar materias primas, tampoco puede presionar al sector privado para que respete los precios regulados con la amenaza de que no se las asignará si no lo hace”.
Desde el oficialismo, el presidente Nicolás Maduro ha insistido en que Venezuela está dando los pasos correctos hacia una economía que no dependa de la renta petrolera.
Recientemente, en una cadena, indicó que “Venezuela tiene que recomponerse, tiene que cambiar, tiene que renovar toda su fuerza productiva porque lo tenemos todo para sustentar nuestro Desarrollo Social. Venezuela tiene que convertirse en un exportador de productos. A pesar de la guerra económica, de las sanciones de Donald Trump nosotros seguimos enfocados y concentrados en producir y lograr que el país despliegue todas su fuerzas productivas”.
“Ha llegado la hora de la recuperación económica, de la diversificación y el crecimiento”, indicó en un acto y en compañía de todo su gabinete ministerial.
Luego agregó: “El sector privado ha hecho un gran esfuerzo. Quiero agradecer al sector privado del campo venezolano el tremendo esfuerzo que está haciendo para llenar y sembrar alimentos para el pueblo. Unidos el sector oficial público, los productores y campesinos y el sector privado del campo para avanzar en este proceso de recuperación económica”.
Lo cierto es que economía venezolana sigue en caída libre y sin dar señales de que abrirá el “paracaídas” para frenar un duro golpe. Organismos como El Fondo Monetario Internacional (FMI), la Cepal y el Banco Mundial ha dicho que en Venezuela se vive “un colapso de la actividad económica”. La nación sigue esperando el “golpe de timón” y “cambio de rumbo” para retomar la senda de la prosperidad.
Diario Panorama