Disolver la AN ¿Para qué? Por Leandro Rodíguez (@leandrotango)

Hay quienes creen el castrismo venezolano ha sido un estratega muy fino, particularmente creemos todo lo contrario, basta un ejemplo; consumar una constituyente en la forma tan ilegal e ilegítima como la actual, a expensas de una institucionalidad secuestrada que a todo planteamiento por descabellado que sea les da el “visto bueno”, fue el error que ungió la extremaunción al régimen. Estratega hubiese sido realizar una constituyente apegada a la constitución, a los preceptos democráticos y haberla ganado a pesar de las adversidades. Por su errada visión económica, política y jurídica desde sus comienzos, el chavismo ha sido un océano de torpezas ocultas bajo la bonanza petrolera, perdido ese financiamiento quedó en evidencia, es un fulgente manual para perder el poder… hoy lo preserva como cualquier dictadura lo haría.

Desde hace algunos meses voceros rojos rojitos plantean la posibilidad de disolver el parlamento nacional vía ANC aludiendo, entre otras acusaciones, presunta traición a la patria. Sabemos que anteriormente el castrismo venezolano ha cometido gravísimas tropelías que nos hicieron creer “¡Ahora sí llegó a su final!” y nada pasó, sin embargo, lo que hoy ocurre es inédito e incomparable, antes era gobierno, a partir del 10 de enero 2019 la comunidad internacional determinante e influyente lo califica como “usurpación”, de manera que, disolver la AN en estas condiciones si podría ser el último error para 20 años de cubanización venezolana, porque:

• Pretender disolver la AN por ser la principal tarima opositora, cuya cabeza (Guaidó) es hoy el indiscutible líder nacional, es equívoco. La plataforma opositora transciende al parlamento y Guaidó es circunstancial, a diferencia del chavismo, en las fuerzas democráticas siempre emergerá una figura renovada.

• La Asamblea Nacional es el único poder público con certificación de origen (legal y legítima) reconocido mundialmente, sobre el cual recaen protecciones que ha suscrito la república, protecciones a todos sus integrantes.

• Al disolver el parlamento, con una ANC desconocida mundialmente, el régimen daría un sólido paso hacia su aislamiento definitivo, ni sus aliados celebran convenios avalados por ésta, el chavismo agravaría su ya precaria condición, autoinducida.

• Convocar elecciones anticipadas a la AN solo generará otro proceso electoral caracterizado por otra abstención histórica, sin reconocimiento legal ni legítimo, es decir, añadiría a su lista de instituciones no reconocidas una más.

• Anularía de raíz todo posible acercamiento o negociación con la oposición y sus aliados internacionales.

• Arreciarían las sanciones, lo que redundaría en mayor malestar al pueblo lo que es grave, más del 85% de los venezolanos rechazan a Maduro y sus autoridades, los consideran responsable de la crisis.

La crisis terminal que afronta el castrismo venezolano no es un secreto, tanto que no solo debe cuidarse de sus adversarios naturales, también debe hacerlo de las desavenencias en su seno. Al respecto, opinamos la disolución de la AN sería un error tan evidentemente catastrófico que más bien pareciera una jugada de sus detractores internos que apuestan al cese definitivo de la usurpación del régimen. Insistimos, dicha disolución no les traería absolutamente nada positivo.

No olvidemos, todo cuanto hoy posee el chavismo es ilegal, ilegitimo, sustentado en violencia institucionalizada, por ello día a día su permanencia en el poder se complica de forma acelerada, lamentablemente, la injusta descalidad de vida de los venezolanos es directamente proporcional al tiempo que permanezca el chavismo y su usurpación.

Leandro Rodíguez Luengo /  @leandrotango