Ante la presión para poner fin a meses de protestas antigubernamentales, la líder de Hong Kong se comprometió el martes a abrir un diálogo con los residentes del territorio semiautónomo chino en un esfuerzo por reducir las diferencias.
Sin embargo, la jefa ejecutiva, Carrie Lam, no ofreció concesiones al movimiento de protesta, y un grupo que organiza marchas multitudinarias rechazó el plan para establecer de inmediato una “plataforma de comunicación”, poniendo de manifiesto el desafío que supone resolver la crisis política en la ciudad.
El movimiento celebró una pacífica protesta masiva el domingo luego de que las concentraciones anteriores se vieron marcadas por la violencia. El gobierno ha condicionado el diálogo a que las manifestaciones, que no tienen un líder concreto, se mantuviesen pacíficas.
Lam no aclaró si la plataforma de comunicación se empleará específicamente para contactar con los inconformes. Se utilizará para un diálogo “abierto y directo” con personas de todos los ámbitos de la sociedad, dijo a reporteros ofreciendo pocos detalles sobre su funcionamiento.
“Nuestro objetivo es trabajar duro para resolver las diferencias y conflictos, para entendernos mutuamente a través de la comunicación y para resolver este bloqueo social juntos”, declaró Lam.
Las declaraciones de Lam no abordaron las cinco demandas de los manifestantes, que incluyen democracia real y una investigación independiente sobre lo que califican de brutalidad policial.
Los inconformes se quejan de que la policía ha contribuido a la violencia al responder a sus agresivas tácticas con gases lacrimógenos y balas de goma.
Miembros del Frente Civil de Derechos Humanos rechazó la propuesta de Lam, calificándola de trampa para perder el tiempo.
El vicecoordinador del grupo, Wong Yik-mo, declaró que la líder “no está respondiendo en absoluto” a las demandas de los inconformes.
“No confiamos en Carrie Lam, no confiamos en sus mentiras”, añadió señalando que la estructura descentralizada del movimiento dificultaría el diálogo.
“Ella es totalmente consciente de que no hay un líder, este es un movimiento sin líderes. ¿Qué sugiere?”, apuntó.
Jimmy Sham, otro miembro del colectivo, añadió que “si Lam quiere diálogo, debería venir a una protesta”.
El Frente Civil de Derechos Humanos ha organizado varias protestas antigubernamentales multitudinarias en los últimos meses, y planea otra para finales de agosto. Pero muchos otros grupos organizaron sus propios eventos.
Lam rechazó el pedido de los manifestantes para una pesquisa independiente señalando que el comité que supervisa a la policía es capaz de investigar la presunta mala conducta de los agentes. El organismo estudiará las protestas y los incidentes relacionados mientras evalúa las 174 denuncias sobre el comportamiento policial, explicó Lam.
Los manifestantes alegaron que el comité tiene poderes de monitoreo limitados.
Por otra parte, Twitter anunció el lunes en la noche la suspensión de cerca de 1.000 cuentas que cree que estaban detrás de una campaña del gobierno chino contra el movimiento de protesta.
La red social bloqueó además alrededor de 200.000 cuentas automáticas que difundieron esos mensajes al interactuar con las cuentas principales de la trama.
Los perfiles anulados buscaban sembrar la discordia socavando la legitimidad del movimiento de protesta y sus posiciones políticas.
Facebook adoptó medidas similares, aunque a una escala menor. Cerró siete páginas, tres grupos y cinco cuentas, incluyendo algunas que describían a los manifestantes como cucarachas y terroristas, tras ser advertido por Twitter y lanzar su propia investigación.
AP