Y hoy en una historia que podría estar producida por Robert B. Weide…
Las terapias de reorientación sexual (o mejor conocidas como “de conversión”) se han hecho bastante populares en los últimos años, ya que éstas prácticamente le garantizan a la gente que pueden quitarles las tendencias “homosexuales” a las personas gay o bisexuales, esto mediante algunos métodos nada científicos que tienen como finalidad el cambiar el comportamiento de las personas para disminuir o eliminar sus “deseos” de estar con personas del mismo sexo.
A pesar de que este tipo de prácticas están mal vistas porque atentan contra los derechos humanos, la realidad es que varias personas –que aún creen que la homosexualidad es una enfermedad– consideran a las terapias de conversiones como una solución a las preferencias sexuales que tienen las personas, sobre todo porque éstas casi siempre son impartidas por personas que eran homosexuales y que después lograron “encontrar la luz en el camino”, para dar el ejemplo a otros de que sí se puede.
Si tú conoces a alguien que cree en los testimonios de estas personas, entonces cuéntale del caso de McKrae Game, fundador de una terapia de reorientación sexual en Estados Unidos llamada ‘Hope for Wholenss’ (esperanza e integridad), que luego de dos largas décadas de “ayudar” a la gente con este tipo de métodos decidió salir del clóset y pedirle perdón a todos los que se vieron afectados por su culpa.
Game dijo en una entrevista para el diario Post and Courier, que cuando era más joven pensaba que la homosexualidad era una artimaña, por lo que decidió realizar un grupo de terapia cuyo lema era “Liberarse de la homosexualiad a través de Jesucristo”. “Era un fanático religioso que hirió a la gente. Hay algunos que intentaron suicidarse por mí y por las cosas que dije. Gente que conozco está en terapia ahora por mí”, dijo el hombre de 51 años de edad.
McKrae Game también detalló que años después fue sacado de su propio grupo de terapia, por lo que decidió salir del clóset y contar su experiencia a las demás personas que estaban atravesando por algo similar. “Aún hay quienes cree que hay algo malo con ellos y con la gente que decide vivir su vida honestamente como gay, lesbiana, trans…”, mencionó el hombre quien al parecer nos deja en claro que este tipo de prácticas no funcionan por obvias razones. ¿Quién lo hubiera imaginado?