Un estudio sobre si la pizza fabricada y comida en Italia ayuda a prevenir el cáncer y un estudio sobre la temperatura del escroto se encuentran este año entre los ganadores de los premio anti-Nobel en Estados Unidos.
Científicos que midieron el volumen de saliva de niños y otros que estudiaron el placer de rascarse la picazón también fueron destacados en la 29ª edición de los premios Ig Nobel, que celebran el lado inusual y cómico de la ciencia.
Los premios fueron entregados el jueves en la Universidad de Harvard, en Cambridge, Massachusetts.
Su objetivo es “celebrar lo inusual, homenajear a la imaginación y alentar el interés de las personas en la ciencia, la medicina y la tecnología”, dijeron los organizadores del evento.
Como en cada ceremonia de premiación, se lanzaron avioncitos de papel desde el escenario.
El mayor honor en la categoría de anatomía fue para Roger Mieusset, Louis Boujan y Bourras Bengoudifa por su estudio de 2007 que mide la asimetría en temperatura del escroto en carteros desnudos y vestidos en Francia.
Mieusset, experto en medicina reproductiva en la Universidad de Toulouse, es el inventor de un calzoncillo térmico que en algunas condiciones funciona como anticonceptivo.
Premio en dinero de Zimbabue
Los ganadores recibieron 10 billones en efectivo en dinero de Zimbabue, prácticamente sin valor.
Tenían 60 segundos para pronunciar un discurso. Si se pasaban del tiempo, eran interrumpidos por una niña de ocho años que repetía hasta que se callaran “por favor para, estoy aburrida”.
Como cada año, los premios fueron presentados por verdaderos ganadores de los Nobel. Cuatro de ellos asistieron a la ceremonia de este jueves.
Un equipo japonés ganó el premio de química por estimar el volumen total de saliva producido por día por un niño típico de cinco años.
Iman Farahbakhsh, de Irán, ganó el premio de ingeniería por una máquina que cambia pañales de bebé y que fue patentada en Estados Unidos el año pasado.
Un equipo internacional recibió el premio anti-Nobel por medir el grado de placer que provoca rascarse una picazón, mientras Silvano Gallus se llevó el premio de medicina por recolectar pruebas de que la pizza puede proteger contra enfermedades y la muerte, pero solo si es fabricada y comida en Italia.
Marc Abrahams, editor de la revista “Anales de Investigaciones Improbables”, debía cerrar la ceremonia con estas palabras: “Si no has ganado un premio Ig Nobel esta noche -y especialmente si lo ganaste- te deseo más suerte el próximo año”.
AFP