El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, movilizó este miércoles a su Gobierno ante lo que calificó como un «intento de incriminarle» en el asesinato de la activista y concejala de Río de Janeiro, Marielle Franco, tras ser mencionado en la investigación del caso.
El mandatario negó tajantemente cualquier tipo de vinculación con el homicidio de la militante de izquierdas y defensora de los derechos humanos, ocurrido el 14 de marzo de 2018 y de gran impacto internacional.
Las investigaciones del asesinato de Franco continúan abiertas casi 20 meses después. Hasta el momento han sido detenidos los dos supuestos autores materiales, pero aún falta por determinar quién fue el autor intelectual.
La polémica surgió a partir de un reportaje del Jornal Nacional, del canal de televisión Globo, donde sostuvieron que un testigo declaró ante la Policía que los dos acusados del asesinato de la concejala se reunieron horas antes de cometer el crimen en un exclusivo condominio de Río de Janeiro en el cual Bolsonaro tiene su residencia particular.
El Gobierno solicitó este miércoles a la Fiscalía que abra una investigación para establecer la veracidad de ese testimonio.
EFE