En una entrevista realizada por The Finantial Times, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Teodoro Ribera, fue enfático: “prometió trabajar con aliados para cortar las comunicaciones de Venezuela, cerrar su espacio aéreo e implementar un bloqueo naval si Nicolás Maduro se niega a celebrar elecciones libres”.
Ribera dijo que los “próximos pasos lógicos” incluyen el bloqueo de las comunicaciones y las de acceso al país por aire y mar.
“La solución a la crisis tiene que ser pronto… Venezuela es un problema para la seguridad hemisférica ”, dijo. Y aseguró que el número de inmigrantes venezolanos aumentó a 7-8 millones, ya que teme que pueda ocurrir el próximo año si no se toman medidas, “eso ejercerá una presión muy, muy grande sobre los países de la región y podría tener un efecto desestabilizador”.
“Tenemos que hacer que Maduro entienda que es preferible convocar elecciones que no convocarlas…Todos los países de la región deben abogar por obligar al gobierno de Maduro a convocar elecciones libres y democráticas, con observadores internacionales”. Y agregó que la oposición tenía que ser pragmática y reconocer que las transiciones políticas democráticas “exigen sacrificios recíprocos. Nadie deja el poder para ir al infierno voluntariamente “.
El canciller enfatizó que la solución tenía que ser pacífica ya que la intervención militar podría desencadenar “una explosión en inmigración que no podemos enfrentar”.
La postura endurecida de Chile hacia Venezuela se produce cuando Sebastián Piñera, el presidente de centroderecha, asume un papel de liderazgo más fuerte en la región.
El Cooperante