El truco del desarrollo. Por Eugenio Montoro

El desarrollo no tiene mucho que ver con nuestra capacidad de hacer más de lo mismo, sino que se basa en la innovación. Cultivar más hectáreas de maíz porque la población aumentó está muy bien, pero producir, por ejemplo, más maíz en menos hectáreas es la esencia de la innovación.

Desde la aparición del humano en el planeta y de su diferenciada habilidadpara crear nuevas ideas, el mundo no ha cesado de cambiar y ahora, con nuevas herramientas para obtener y compartir información, la creatividad se ha potenciado hasta unas dimensiones insospechadas.

Para muchos jóvenes de hoy tener un celular es parte de lo cotidiano, pues quien esto escribe vivía hace sesenta años en un pueblo falconiano cuya única comunicación con el exterior era un telégrafo. Para los que ya olvidaron que era eso les comento que era un sistema que con sonidos de“puntos y rayas” que se hacían con un interruptor eléctrico, se podía transmitir, letra por letra, un mensaje. Por supuesto casi siempre los “telegramas”, por su dificultad, eran portadores de malas noticias y normalmente nos asustábamos al recibirlos.

El pasar del humilde telégrafo al maravilloso celular en pocas décadas es un buen ejemplo de innovación. La pregunta es qué podemos hacer para que el mundo de la innovación y el desarrollo esté presente en nuestro país y seamos actores, pues no hay duda que está sucediendo en miles de lugares en este momento.

Primero tendríamos que preguntarnos para que meternos a innovadores, al fin y al cabo, otros hacen los desarrollos y luego nosotros los disfrutamos. Los celulares los tenemos sin haber puesto muchas neuronas en la mesa así que las razones deberían ser otras. Una importante es que los desarrollos tienen gran potencial para generar riqueza y bienestar. Microsoft es una enorme fuente de ingresos, ha creado miles de puestos de trabajo en todo el planeta y es producto de la innovación.

Tomás Edison, con un taller para desarrollar inventos hizo miles de patentes y mucho de la calidad de vida del actual mundo moderno se debe a este innovador. En resumen, los países deben promover la innovación, pues además de contribuir a la mejora de algo, se transforman en una espléndida fuente de ingreso que pueden igualmente mejorar la calidad de vida de nuestros paisanos.

Los desarrollos pueden hacerse en cualquier parte del mundo donde exista el propósito, el talento y el presupuesto.Así que difícil está la cosa con este régimen de malandros donde el propósito de la innovación se limita a huertos escolares y gallineros, parte del talento ha tenido que emigrar por la mala situación y el presupuesto anda disfrazado de fantasma. Hasta el sitio tradicional del desarrollo como son las universidades están en terapia intensiva sin presupuesto.También la empresa privada es un buen impulsador del desarrollo y la creación, pero de igual forma miles han cerrado y las que quedan andan cojeando.

De manera que la creación de nuevas ideas florece en ambientes con buena calidad de vida donde el profesor o el investigador no tiene que dedicar 10 horas para poner gasolina o esperar que llegue la luz o hacer maromas para comer con un sueldo infame.

Imposible será soñar con un país con el entusiasmo de crear nuevas cosas en un ambiente paupérrimo como el que tenemos. Así que podemos añadir esta como una nueva razón para salir de los rojos y, aunque nos parezca un sueño por ahora, la innovación es el vehículo para conectarnos al mundo que cambia todos los días. O innovamos o nos quedaremos como simples proveedores de materiales.

El pequeño Israel está lleno de gente inventando en todas las áreas y es de los primeros en desarrollo. Cuba sigue anclada a su pasado organizando “caracazos” en Chile o Ecuador o haciendo trampas en las elecciones de Bolivia. El mundo moderno de la innovación arrasará sin contemplaciones, como siempre lo ha hecho, a todos los brutos del pasado.

Al final, el principal truco para el desarrollo sigue siendo la libertad.

Eugenio Montoro / montoroe@yahoo.es