Son muchas las iniciativas de la comunidad internacional en función de buscar una solución definitiva a la tragedia que padecen Venezuela y su gente; pero son pocas las acciones que se concretan al respecto. La última versión seria que se conoce es el mecanismo de Oslo, donde se han dado, en forma directa, varios encuentros entre el gobierno y la oposición mayoritaria de nuestro país. Sin embargo, hasta ahora todos los intentos que se han dado en procura de resolver el problema han resultado inútiles.
El esfuerzo serio más reciente es el que se hizo en la isla de Barbados, territorio escogido por los estrategas de Oslo, a objeto de acercar lo más posible, el lugar del diálogo respectivo. Se dice en la calle que allí ambas partes, gobierno y oposición, tenían seis o más acuerdos para ponerle fin a la estéril confrontación que sólo ha servido para alimentar la polarización política existente desde hace varios años, lo cual ha facilitado el control militar de la república.
Ante la ausencia del mecanismo de Oslo, ha surgido en estos mismos días, incluso con bombos y platillos, un grupo de pequeños partidos políticos, representativos de un 15% apenas de la sociedad venezolana, quien suscribió un compromiso con el régimen, a los efectos de buscar acuerdos encaminados a la posible solución de algunos de los grandes males que conforman la tragedia de Venezuela.
Particularmente, creo que esta última iniciativa también fracasará, si quienes pretenden actuar como opositores al gobierno, llevan a las mesas de conversaciones lo que realmente quiere y necesita la comunidad democrática, tanto nacional como internacional.
Poco me gusta “hacer juicios temerarios” como decía mi padre; pero está demasiado claro que Timoteo Zambrano y sus acompañantes, nada esperan del “diálogo” que han promovido. Sin duda alguna, ellos buscan algo. ¡Ellos saben que el río está revuelto y, si son buenos pescadores, sus ganancias particulares podrán materializarse!
Antonio Urdaneta Aguirre / urdaneta.antonio@gmail.com / https://www.facebook.com/urdaneta.antonio / @UrdanetaAguirre