Algunos alegan que es chavista. Y ella dice que no, que ella no, que ella solo se asomó una vez a la tarima auspiciada por el gobierno, de la misma manera que en algún momento apoyó actividades de Enrique Capriles y de diversos alcaldes de la oposición.
Y entre esquina y esquina de opiniones maniqueasar de la controversia tras el éxito de “Me fui”,canción,que, por estos días,ilumina a Reymar de los Angeles León Perdomo(San Juan de los Morros), compositora de la melodía hecha de su Ukelele (instrumento de cuerda) y la letra, fruto de la experiencia después de un largo periplo personal cuando se asentó en tierras peruanas.
El éxito de esta canción ha radicado, tal parece, en el mensaje que une el sentimiento universal del destierro y la partida de la tierra materna. Esta canción tiene otro ingrediente, y es que también da cuenta de la tiranía militar que padece—en oprobioso gerundio—Venezuela; y, el último ingrediente fue la conjunción de 16 artistas latinoamericanos, entre los que se cuentan Silvestre Dangong, Sebastián Yatra, Fanny Lu, Andrés Cepeda, Fonseca, Javier Ramírez, el duo SanLuis, Mario Cáceres, la agrupación Valentino, el ecuatoriano Juan Fernando Velasco, la cantante Raquel Sofía de Puerto Rico, la peruana Leslie Shaw y la costarricense Debi Nova.
Sin embargo,este éxito se ha visto eclipsado por algunos comentarios insanos—algunos, francamente, insidiosos y revanchistas—de venezolanos que no le perdonan que ella sea o fuera chavista, que, para efectos de sus volcánicas opiniones, es lo mismo. Esta situación ha puesto en relieve la rabia, el rencor y los actos de venganza que anidan en los corazones de algunos venezolanos,producto de la tragedia que el fallecido autócrata Hugo Chávez comenzará cuando tomó el mando de Venezuela en 1998.
De Reymar no sabemos, pues, si fue chavista o no. Ella sabrá. Sus fueros la increparan. Lo que sí se sabe es que su tío Don Eneas Perdomo (El Yagual- Apure 1930–Caracas de 2011)fue el cantante favorito y amigo personal de Hugo Chávez. Se sabe, también, que su mamá Mary Perdomo trabajó en la Gobernación del Estado Guárico desempeñando el cargo de directora de la Fundación Fundaculgua, y,pues,también se sabe que Reymar Perdomo trabajó en el Ministerio de Educación impartiendo clases de música a los niños de bajos recursos. ¿Pero todo lo anterior la hace chavista por defecto? Pero sea o no lo sea… ahora representa el repudio enardecido de algunas masas extremistas que la tildan de aprovechada.
Pero este asunto parece mirarse desde la superficie, con la premisa de que todos los huevos deberían meterse en la misma canasta. Es decir, que todo ex-chavista por defecto, debe subir al cadalso para ser guillotinado, sin oportunidad a la redención.
Pero también podría pensarse que no todos los huevos tendrán porqué estar en la misma canasta, sabiendo que algunos adeptos chavistas fueron traicionados en su buena fe. No todos llegaron hasta sus últimas consecuencias. Algunos llegaron hasta la orilla y no alcanzaron a mojarse. Ni robaron, ni torturaron, ni fueron cómplices de atrocidades., en cuyo caso, muchos decidieron rectificar y tomaron distancia de las injusticias perpetradas por los tiranos.
De manera que, bajo la lógica de algunos opositores irracionales (toca calificarlos de tal manera), los chavistas no pueden retroceder, ni pueden ser asociados con verbos como arrepentimiento, perdón, redención; todos contrarios a la predica del liderazgo opositor y los venezolanos que quieren una Venezuela donde todos quepan.
De todo este asunto, preocupa que los opositores extremistas se conviertan en justicieros y atizadores de odio, y que den ese fatídico salto de victimas a victimarios, cortando la posibilidad de romperlas cadenas de odio, que son, finalmente, el instrumento con el que nos aprieta los tiranos.
Lo dijo la periodista y escritora Milagros Socorro: “El chavismo no va a dejar ganadores y perdedores sino solo víctimas”. Dejemos, entonces, desandar el camino a estas víctimas (que somos todos). Dejemos que ejerzan su derecho a pasar las páginas de su libro, y que enfilen el camino hacia la Venezuela de construcción que se atisba.
También convendría escuchar a la propia Reymar, ya casi convertida en un símbolo del éxodo venezolano, cuando dice:
“Soy del tipo de persona que limpia para poder avanzar, porque hay momentos donde todo se te tranca por acumular sentimientos y rencores que no te pertenecen”.
Giancarlos Areiza / @giancarloscine