El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió este lunes de que la largamente anunciada invasión del noroeste de Siria para atacar a las milicias kurdas puede ocurrir «de repente por la noche» y confirmó que EEUU está retirando ya a sus tropas en la zona, dejando así vía libre a Ankara.
«Podemos entrar (en territorio sirio) de repente por la noche, porque no podemos aceptar la amenaza de organizaciones terroristas a nuestro país», aseguró el político islamista a los medios antes de partir de viaje oficial a Serbia, donde permanecerá hasta el martes.
Erdogan afirmó que Estados Unidos, hasta ahora aliado de las milicias kurdosirias en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI), ha comenzado ya a retirar sus tropas de la zona del noroeste de Siria donde Turquía planea atacar y crear una «zona de seguridad».
El presidente turco aseguró que Trump dio la orden tras la conversación telefónica que mantuvieron la pasada noche.
La Casa Blanca ya anunció anoche que Turquía lanzará pronto esa operación y que las tropas de EEUU «no apoyarán ni se verán involucradas en esa operación».
De ejecutarse, esta sería las tercera gran operación militar terrestre de Turquía en suelo sirio desde el comienzo de la guerra civil en 2011.
En 2016 ya lanzó una ofensiva contra el EI y en 2018 atacó a los kurdosirios en el enclave de Afrin.
La presidencia turca ha anunciado que Trump y Erdogan se reunirán en noviembre en Washington para tratar sobre la operación turca en Siria.
El ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlüt Çavusoglu, afirmó que su país no tiene ningún interés territorial en Siria y que su único objetivo es «limpiar la región de terroristas».
«Desde el comienzo de la crisis en Siria, hemos defendido la integridad territorial del país, y continuaremos haciéndolo. Estamos determinado a garantizar la supervivencia y seguridad de nuestro país, despejando la región de terroristas», aseguró el ministro.
Turquía lleva meses anunciando una operación militar en Siria contra las YPG, las milicias kurdas que Estados Unido ha apoyado para luchar contra Estado Islámico (EI).
Ankara, por su parte, considera a esas fuerzas una organización terrorista por sus lazos con el PKK, la guerrilla kurda de Turquía.
El plan de Erdogan es expulsar a los kurdos de la zona y crear una «zona de seguridad» de 50 kilómetros de ancho en la zona siria de la frontera con Turquía, para asentar allí a 2 de los 3,6 millones de refugiados sirios que acoge actualmente Turquía.
De hecho, Erdogan ha reclamado el apoyo de la Unión Europea para esa operación de reubicación de refugiados y ha amenazado incluso con permitir una nueva oleada migratoria hacia Europa.
EFE