Un niño venezolano, emigrante y residenciado en Chile, fue partícipe de un homenaje a Venezuela, en su salón de clases. Junto con otro estudiante, sostenían al frente de sus compañeros, la bandera de Venezuela, y se dejaron escuchar las notas del Himno Nacional.
El momento provocó que espontáneamente, el infante rompiera a llorar, mientras intentaba secar infructuosamente sus lágrimas con su sudadera, en tanto, el resto de los niños intentaba acompañar el glorioso canto nacional.
Ver el sentimiento de este pequeño gran venezolano, llorar por las añoranzas de su nación se torna impactante, por lo que transmite en realidad, tristeza y dolor, al estar lejos de su tierra.
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